Al atardecer del viernes siguiente a la declaración de
independencia, Puigdemont hizo un
discurso en el que decía, “Quiero recordad que desde el 1º de octubre nuestra
mano ha estado extendida al dialogo hasta el infinito, llegando al límite de
proponer la suspensión de la declaración de independencia a cambio de un
diálogo franco.”
Creo que Qui Torra tendría que cogerse a esta declaración
tanto cuanto no sea posible por parte del gobierno español avanzar hacia la
república catalana.
El gobierno de Pedro Sánchez , hombre que tiene una extraordinaria
capacidad de trabajo, tiene un talante de verdadero progreso, por lo menos por
la cualidad del gabinete de ministros que se ha escogido, y con la intención de
quedarse aún después de la convocatoria de elecciones dentro de dos años.
Vale suponer que el actual gobierno ni tiene voluntad de
castigar a Catalunya, como el anterior, sino de auparla, mimarla, para que sea la
máquina y el orgullo de España.
Parece claro que el nuevo gobierno opta por la sociedad del
conocimiento, y el soporte más claro lo tiene en Cataluña. Si este gobierno de
cara a los ciudadanos no da un cambio radical en el progreso de España, no
aguantará las elecciones del 2001 a pesar de que la oposición lo tache de provincial.
Por otro lado los socialistas se llenan la boca hablando de regiones y
naciones dentro el complejo español, y están dispuestos a modificar la
constitución e manera que pase a ser la ley fundamental de un estado federal.
La Meritxell Batet la he encontrado muy v bien dispuesta en
las declaraciones que hoy ha hecho en CAtalunya.
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