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miércoles, 23 de septiembre de 2015

VIVIR DE FE

Mi Fuerza y mi poder es el Señor, Él es mi salvación y nos guía hacia Él.

Confiamos en todo lo que nos vas a regalar hoy, por tu generosidad, tu poder Actúe en todos nuestros corazones y en los de los hermanos que faltan en esta tarde.

Tú estás aquí con nosotros disponibles a cumplir tu voluntad, danos fortaleza por tu misericordia, para permanecerte fieles y de nuestras pequeñeces, de nuestros defectos de nuestras pasiones, de tantas cosas que nos están engañando, pasa por cada uno de nuestros corazones, háblanos al corazón Señor, dinos que hemos de hacer.

Danos a todos la fortaleza para que no decaigamos en desánimo, el desánimo ante la enfermedad que perjudica mucho a los que lo sufren, produciendo depresión entre otras cosas, que se instala en nuestro interior y no nos deja.

Tú Señor liberador nuestro líbranos de estos males, para que nos infundas tu amor y alegría y podamos alabarte y glorificarte reconociendo tu protección con gratitud.

Pasa Señor por cada uno de nosotros, limpia nuestro corazón, y llénanos de ti.
Queremos servirte, queremos ir llenos de ti, gracias Señor.
Quiero poner en tu presencia de manera especial a Donilo, que de nuevo ha tenido un desprendimiento de retina que con solo 7 años ha pasado de la ceguera a la visión, y ahora de nuevo no ve de un ojo, a sus padres que están sufriendo mucho,

Tu puedes Señor tienes la fortaleza, y los médicos son el instrumento que actúan en su enfermedad, tu puedes hacer como hiciste con el ciego al untarle con tu saliva y darle la visión, Sánale que tiene mucho miedo a los hospitales.

lunes, 14 de septiembre de 2015

HERMANADOS EN LA POBREZA

Petición del Papa de oración por los refugiados.
Donde estamos reunidos dos o tres en el nombre del Señor, allí está El.

Empezamos con Tu fidelidad … y ante ella nuestra pobreza, y el problema de los refugiados en Europa. No hay que tener miedo de esta gente, de hacerles bien, huyen de la guerra i son de confianza.

Quien no tiene para dar, ¿Qué va a dar? Por parte del gobierno tendrán la ayuda que lo hagan realizable, las ayudas oficiales se darán a través de las asistentas sociales.

Hace falta que no se dé, que “a rio revuelto ganancia de pescadores” Grande e incomparable la fidelidad del Señor Bendito es.

Hasta los corazones más duros se ablandan. Hacemos oración para que los ricos vean que los pobres necesitan de lo que ellos tienen. La gente se vuelca con los necesitados, del cepillo de la iglesia por los refugiados ya se han sacado tres millones.

Una casa de coches ha dado muchos coches para que puedan desplazarse los inmigrantes facilitando su integración en los lugares de acogida. ¿Como es fiel el Señor en estas situaciones de pobreza de ser exiliados de su tierra? Hemos dicho que la fidelidad del Señor es incomparable, bendecimos a Dios por su fidelidad,

¿Cómo vemos la fidelidad del Señor en estos casos? Un primer dato es que continúan vivos, crean unas relaciones entre ellas y con otros que no tenían, viviendo la pobreza seguramente se elevan más espiritualmente que antes con una vida cómoda, entre la que hay muchas personas muy preparadas profesionalmente, en esto se manifiesta también la fidelidad del Señor, porque son recursos, medios que les permiten tirar adelante, para alabar al Señor y ver como a pesar de todo Él los atiende, todos los que han llegado a Alemania con que gozo y alegría han recibido la acogida que les han dado proveyéndoles de todo lo que pudieran necesitar, y más, hasta juguetes a los niños, En la satisfacción que el pueblo alemán ha dado en la acogida a los inmigrantes está la fidelidad de Dios.

A través de los demás el Señor es fiel con los suyos y les da lo que desean sus corazones. Espiritualmente, porque todo lo que es profundamente humano, el Señor nos lo concede por su fidelidad.

Huimos de mucho egoísmo de mucha venganza, de mucho mal, pero el haber podido huir los que no están en situación de venganza, que lo han perdido todo materialmente pero sin embargo con ilusión afronta ese difícil porvenir en esta ruta nueva de su vida en esto está la fidelidad del Señor.

Respecto a los que han muerto, miles de personas, están en el Señor, son gente que buscaban también su dignidad, algo más apropiado al hombre, han muerto; también mueren muchos por aquí y que no buscan esto.

Estas muertes es la contribución que pagamos a la cruz de Cristo ¿Cuántos mártires  ha habido con la persecución religiosa en nuestros tiempos? Son gente que ha testimoniado su fe con su sangre, en Oriente medio y África, han sido lavados con la sangre del Cordero y han sido glorificados en el Señor.

Nosotros confiamos en la vida eterna, lo decimos en el credo, creemos en la vida futura y en la resurrección de los muertos, creo en la salvación de Dios Jesús. Esta fe nuestra nos lleva a valorar en positivo toda esta experiencia que no puede quedar en negatividad en este mundo en esta vida, es una experiencia que la hemos de reconvertir en cristiano,  hay esta visión cristiana, no solo ver las calamidades desde un punto de vista humano, ver que detrás de todo esto está la providencia de Dios.

Él nos está dando lecciones muy profundas a la humanidad, lecciones de humanidad que habíamos perdido, y seguro nos vamos a recuperar a través de estas miserias. El Señor es fiel, es maestro que educa a su pueblo, todo esto es parte de la educación que Jesús nos quiere dar, que nos está ofreciendo.
Yo lo veo y entiendo así, y creo que es conveniente que sea así para todos nosotros, para que oremos para que se vaya manifestando cada vez más esta fidelidad, esta providencia, esta pedagogía de salvación, y enseñanza, de amor del Señor.

El amor del Señor se manifiesta en nuestro progreso pero también en la cruz, punto culmen en el que se manifestó su amor hacia nosotros, perdonando, y luego por la resurrección la salvación, que nos promete y nos llega; es la ilusión acerca de nuestro futuro por la mediación de Cristo.

Hemos de ver los dos aspectos el de la dignidad humana y el de la cruz que juegan a la par en nuestras vidas, ambas están totalmente enlazadas,  en cada familia hay cruces, muertes, dolor, enfermedad, sufrimiento, servicio muy intenso, sobre todo por los que más sufren, y este es fruto de la misericordia bondad y amor de Dios.

Veamos nuestra dignificación a través del servicio y a través del sufrimiento y en ello el Señor nos da una gran oferta de poder servir a nuestros hermanos a los de aquí y a los que vienen de fuera, a todos; a través nuestro se manifiesta la piedad del Señor su bondad su misericordia, su amor, su fidelidad.

Veamos como una oportunidad lo que estamos viviendo en estos momentos: Sigo con la sensación de vernos agotados, el Sr, les dijo dadles vosotros de comer, y estos niños que ante la situación dicen a sus padres que no quieren ningún gasto extra para las vacaciones para que este importe sea para ayuda a los desplazados, el padre les ha hecho una hucha a cada uno para que ahorren de lo que el padre les da para sus gastos, y ahorran.

Nosotros también suprimamos los caprichos los gastos innecesarios en favor de los más necesitados y pidamos al Señor que nos renueve, que necesitamos un cambio, que ya no queremos ser igual, que ponga en cada uno de nosotros su corazón, purifica Señor nuestros corazones, nuestras mentes, que sepamos ver las cosas con tus ojos, sentir con tu corazón porque en cada comunión en la que tu vienes a nosotros toma posesión de nosotros, a transformarnos poco a poco en Ti, deseamos de corazón que nos conviertas a Ti, y tengamos tu visión y tu discernimiento, tu luz, tus criterios, tu consejo.

Tú nuestro maestro Señor, nos educas en el corazón y en la mente, Tú aquietas nuestra imaginación, Tú nos elevas espiritualmente a ti, gracias Señor porque sé que escuchas nuestra oración, que anhelas tomar posesión de nosotros más profundamente y nos llenas de alegría, esta es tu intención , tu voluntad. ¡Gloria y alabanza a Ti!. ¡Qué grande eres, bendito seas!

Esta oración ha dejado la puerta de mi corazón abierta para cambiar, para prescindir de todo lo que sobra. Hazme dócil Señor a tu palabra a tu mensaje que no sea mi boca la que hable sino mi corazón quien sienta y diga, y profundice en lo que necesita ser cambiado en mí, que quien me vea reconozca esa pobreza de mi corazón, ese desprendimiento total, esa generosidad en el servicio.

En el comedor social algunos beneficiarios se han vuelto muy señoritos, porque rechazan lo que no les gusta, y exigen lo que les gusta, estos pues razonen y vean que detrás vienen otros con más necesidades y que acogen lo que se les da con más gratitud, pero que sepan que no por eso se les va a excluir. Porque no solo de pan vive el hombre, otro en cambio dice si otro viene en mi lugar se lo cedo si piden es por necesidad.

Los que vienen nos van a cambiar con su pobreza, con sus manifestaciones, con sus proyectos con su manera de ser, con la aceptación de lo que se les ofrezca. La gente viene con el dolor de tener que abandonar su tierra, con el sufrimiento de sentirse rechazados, con las perdidas familiares i gente querida por el camino del exilio. 

Y de nosotros ¿qué pueden recibir? La sanación del Señor en los afectos sentimientos moral dañadas. La oración de sanación interior la podemos hacer con oración en lenguas, con una caricia, con un beso, con una palabra de ánimo, acompañando con un silencio, de muchas maneras podemos sanar dolores que lleva la gente dentro, y cuando se sanan la protesta, la crítica, el desprecio, el menosprecio incluso de las ayudas, todo esto desaparece porque cuando la persona se siente apreciada es agradecida con quien le aprecia y le da, no como limosna sino como gesto de amistad.

Ahí está nuestra labor, si el Señor a mí me cambia y lo reconozco, creo que los otros son susceptibles de estos cambios.

Ante esta reflexión tan profunda sobre la situación que estamos viviendo, propongo un canto de gratitud, alabanza para responder al amor de Dios y preparación para escuchar la Palabra de Dios. Pablo y Silas buscando a quien comunicar el evangelio tres sábados fueron a la sinagoga de Tesalónica para dar a conocer a Cristo quien padeció y resucitó, también nosotros podemos convocar a lugares de reunión Cristiana para comunicar el conocimiento de Cristo, su salvación, la dignidad a la que estamos llamados, como Cristo muriendo en la cruz perdonó y nos salvó al resucitar, nos ofrece la gran esperanza nos ofrece un porvenir que no podíamos ni soñar previamente.

 Hemos de saber comunicar esto, que no es una huida del mundo, no nos desentendemos de este mundo porque tenemos la esperanza de la vida eterna, porque la esperanza de vida eterna es consecuencia de la purificación y dignidad que hayamos logrado en esta vida; y si no tenemos en cuenta eso es vana nuestra fe, ya previsto por Pablo.

Si no sabemos morir a nuestros caprichos, si no sabemos morir a nosotros mismos, a nuestro orgullo, a nuestra prepotencia, al darnos importancia al hacernos ver, a estar más presentes en la sociedad a ser bien considerados, hemos de saber morir a esto, a nuestras riquezas a, saber vivir en nuestra pobreza, saber vivir escondidos en el corazón de Cristo y no pavonearnos delante del mundo, a esta muerte y dignidad es a la que Cristo nos llama, como Pablo os anuncio saber morir en Cristo, saber perdonar las ofensas que nos han hecho , no echar en cara nada a nadie de lo que hace, no mal juzgar a nadie porque todo esto es nuestro amor propio, nuestra personalidad humana, pero no es la cristiana que Cristo quiere, morir y perdonar  y en ello está nuestra resurrección nuestra liberación, porque la liberación del Señor por la muerte y resurrección de Cristo nos llega ya ahora, en esta tierra.

Nosotros progresamos espiritualmente,  gracias a la resurrección de Cristo y gracias a las gracias que Él nos da y al Espíritu que nos ofrece en el Pentecostés que hemos recibido, por la misericordia y fidelidad de Cristo.

Hay un camino a hacer en cada uno de nosotros un camino de saber ser pequeños como niños como nos dijo Jesús, y el niño no juzga, aprende,  se admira de las cosas, goza de lo que vive, hemos de ser semejantes a él, con esta simplicidad y sencillez, limpiando nuestro corazón y nuestra mente.

El papa Francisco con el Vaticano ya ha empezado a dar ejemplo en esta línea, ha escogido un camino de libertad, siempre come acompañado. Empecemos a dar , sin parar.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Experiencia de tendencias para el desarrollo

Tendencias que la persona experimenta respecto a favorecer su desarrollo y relaciones con los demás.

Estas son experiencias que según uno las asume pueden perjudicarle o favorecerle, mantener el equilibrio personal y con el entorno.

Una apreciación errónea conduce a exagerar de forma desproporcionada dichas tendencias.

Un primer aspecto a reflexionar es el aprecio que nos tenemos a nosotros mismos, es correcto, legítimo y necesario para una vida satisfactoria, siempre que se ajuste a la realidad objetiva física y anímica de la persona.

El aprecio a uno mismo no está en su lugar siempre que esté por debajo de la realidad, o en caso contrario por encima de la realidad.

La inteligencia i la ciencia nos darán la medida justa en que debemos apreciarnos, i a la par aquellas actividades más apropiadas, eficaces, responsables e integradoras, que según nuestras capacidades podemos ejercer; y a la par serán las más satisfactorias.

De todas maneras en el proceso de nuestro desarrollo podemos caer en el error, gracias al deseo de conseguir nuestros objetivos, de querer imponernos a los demás no respetándolos adecuadamente, o por el contrario no asumiendo nuestras responsabilidades, manifestando dejadez, ineficacia, indolencia.

Así como personalmente hemos de ajustarnos a la realidad igualmente en la valoración de los demás, intentando siempre reconocer la verdad, mediante la máxima objetividad posible admitiendo siempre, sin rechazar nada, que sea parte de la realidad circundante
Vernos a nosotros mismos tal como somos y no compararnos a los demás, es humildad.
La persona engreída y vanidosa responde siempre a apreciaciones distorsionadas de la realidad, conducen al desprecio de uno mismo o al de los demás o a sobrevalorarse y valorar a los demás por encima de su realidad.

Si el autoaprecio del otro te molesta es que no has acertado en tu relación. La valoración distorsionada en la valoración humana o espiritual se llama soberbia.

Otra tendencia natural es la que me impele a esforzarme por tener todo lo que necesito para lograr los objetivos que preveo dentro del colectivo en que me muevo, y a la vez reconocer en los demás el mismo derecho a obtener aquello que según sus características requieren.

El complejo de Diógenes o el afán de acumular por encima de lo necesario para la satisfacción personal, o por encima de las necesidades familiares; justificar la acumulación de bienes materiales para mantener un nivel de competitividad a nivel empresarial sin límite. Es el mayor error del capitalismo. No concierne sólo al dinero. La generosidad consiste en dejar que los demás reciban el reconocimiento o la alabanza, por aquellas acciones que han favorecido el bien común. Es dar sin esperar nada del otro. La avaricia pretende reivindicar más de lo que a uno le “corresponde” rompiendo el equilibrio personal y comunitario.

Otro movimiento espontaneo de nuestra personalidad es observar los hitos que los demás alcanzan en su desarrollo i actividad, como motivo de alegría y admiración y también de gratitud por cuanto la comunidad humana se beneficia de ello. Esto nos lleva a apreciar a los demás en aquello que son o consiguen.

La persona que se siente estéril y desea un reconocimiento similar al de los demás sin causa, porque no ha acertado en su vida, se siente frustrada, fracasada, tiende a representar los logros de los demás como una ficción que no satisface porque no responde a la realidad, esta reacción falsa se llama envidia o celos, en este caso conviene un ejercicio de reconocer los valores ajenos como ajenos, y los propios como propios, estos hay que descubrirlos. Lo contrapuesto es amar a los demás por lo que son y por lo que ofrecen a la sociedad. "El amor es paciente, el amor es amable…” El amor busca activamente el bien de los demás en atención a ellos. La envidia se resiente del bien que reciben los demás o incluso que pudieran recibir.

Otro afán que brota en nosotros es la justicia como el derecho a que cada uno disponga de lo que le corresponde tanto en bienes materiales como en reconocimiento de las habilidades y méritos de cada uno.
 Y cuando se echa en falta surge la indignación, pero la sola indignación no soluciona la falta de justicia, o reconocimiento de la dignidad de cada persona, crea tensiones y distanciamiento entre personas. La ira es a menudo nuestra primera reacción a los problemas de los demás.

La impaciencia hacia las faltas de los demás está relacionada con esto. Buscar las causas de la injusticia, mirar de compensarlas, se hace dando salida al sentimiento que minimiza la injusticia, que aplica los recursos, que muestra aprecio hacia aquellas personas que han sufrido la injusticia, muestra amor y se hace amar, por su trato compasivo y constructivo respetuosamente hacia los demás.

La amabilidad consiste en adoptar una actitud cariñosa, con paciencia y compasión.

Otro afán es de crear familia, se centra en la generación humana que llevado sanamente a uno le llena de alegría. Toda buena acción comporta placer. La pareja humana: hombre –mujer por la sinceridad y aprecio mutuo, por la amistad a la que sus corazones les han impulsado, se consolidan como pareja en la convivencia ,se organizan un hogar en común y exclusivo, y con ello se despierta el deseo de la máxima intimidad.

Esta intimidad será la proveedora de los hijos, hijos que cada pareja concretará cuantos puede atender, y calculando el espaciado entre ellos, o cual será el último. Ahora bien tanto el hombre como la mujer en circunstancias normales mantienen un periodo de fertilidad y dentro del mismo las ocasiones para el abrazo íntimo serán mucho más abundantes que la cantidad de hijos que puedan atender, en consecuencia el criterio será respetar la ley natural como uno de los elementos básicos para mantener la estabilidad de pareja.

Si a la relación de pareja se ponen condiciones restrictivas por normas aprendidas de antaño, o por temores de alguno de los dos crea en el otro una represión , que puede derivar en una desviación sexual, también el exceso de apetencia de uno de los dos, llega a cansar la pareja, y desvalorizar la relación amorosa, de nuevo nos enfrentamos con el equilibrio debido a cada apetencia humana, fuera de este equilibrio hay la obsesión por la sexualidad, la masturbación, la prostitución , la infidelidad, que son dependencias que estorban la persona del desarrollo adecuado de otras ocupaciones, porque esas dependencias suelen ser envolventes. El dominio de sí impide que el placer mate al alma, sofocándola.

La lujuria es el impulso autodestructivo hacia el placer de un modo desproporcionado a su valía. El sexo, el poder o la imagen pueden ser utilizados para bien, pero tienden a escaparse fuera de control.

Otra apetencia nata es comer para desarrollarse o permanecer alimentados, con fuerzas corporales para atender las actividades a las que me he comprometido en la vida. El equilibrio i la moderación dietética nos exige un estudio amplio en organizar nuestra dieta diaria.

La ingestión desordenada de alimentos perjudica nuestra salud así como dejar de comer para mantenerse desnutrido. Tanto la gula por exceso de comida, como la bulimia, que es comer por debajo de lo que uno necesita ambas cosas no se ajustan a la ética de fidelidad a la naturaleza. Esto no se refiere sólo a la comida, sino también al esparcimiento y otros bienes legítimos, e incluso a la compañía de otras personas.

Una última apetencia básica en el desarrollo i socialización de la persona, es gozar de una actividad útil al bien común, desarrollando la iniciativa personal, y ofreciendo un servicio que los demás pueden necesitar.

En la sociedad actual es difícil el encaje de la persona en una actividad que genere un bien social, pero investigación y tecnología son las puertas abiertas para emprendedores con imaginación suficiente para encontrar más aplicaciones al conocimiento, a esto se llama diligencia , y al que se queda sin iniciativa y sin coraje para emprender es el perezoso. La diligencia es la respuesta enérgica del corazón a ese afán de querer ser productivo.

 Los contrarios obran juntos para embotar los sentidos espirituales, de modo que primero nos volvemos lentos para responder a esta exigencia interna, y luego nos dejamos arrastrar totalmente al sopor de la complacencia.