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domingo, 6 de junio de 2021

LAS ALIANZAS

 

Hay algo enigmático en las ofrendas o sacrificios de vidas animales o humanas que se ejercían en la antigüedad, se consideraban una garantía a la vida de quienes ofrecían aquellas vidas a la divinidad.

De manera que aquellos antepasados veían o suponían, que ellos mismos con todo el mundo que les rodeaba ,dependían física y vital mente de esta divinidad, de ahí el instinto de agradar a ese poder o fuerza tan enorme y superior, que se imponía por sí misma a la mente y sentir del hombre.


Pero , además como se relata en Éxodo,34, aquellos experimentaron que las pautas de vida por las que debía regirse el hombre procedían del mismo origen, y como si ese Dios hubiera tenido la voluntad de manifestar al hombre como debía ser su proceder.


Un proceder respetuoso solidario y complementario en el desarrollo común, en aceptación y acogida de ese plan que nos viene impuesto, y lo entendemos como el más apropiado a nuestras características, y sabiendo que todo depende de esa entidad bajo la que estamos custodiados.

Moisés escribe un código de conducta y lo presenta al pueblo y este muestra su acuerdo en todo.


La condición es que cooperemos con su plan para la humanidad y se obtendrán unos resultados, tan relevantes que serán impresionantes, para todos los que lo observen.


A todo eso lo llamaremos alianza, fundamentada en favorecer la vida tal como se nos desarrolla por ley natural. Por eso se hace hincapié en los elementos por donde se manifiesta la vida, el cuerpo en su funcionamiento y su desarrollo y la sangre que es el vehículo gracias al cual ser produce el desarrollo y sostenimiento de la vida.


Continúan en el mundo los afanes de conquista, de mantener los más al servicio de los menos, la sumisión la ambición , y la soberbia, llamados todos ellos derechos adquiridos, como leyes a las que deben someterse los demás según las estructuras que por propio interés otros han creado.


Un personaje único en la historia, Jesús de Nazaret, dejó establecido para su comunidad una singular comida de pan y vino.

Multitud de investigaciones científicas respecto a Jesús, han demostrado, a pesar de no estar presente con su figura humana original, que a muestras recogidas de su sangre les falta un cromosoma “Y”, propio de la fecundación humana a partir de un varón, pero además, esa sangre continua estando viva, tanto en las muestras de la copa de este vino, echas sangre, como en las muestras del pan hecho carne en diversas ocasiones de la parte del corazón, se muestran como elementos de persona viva.

Esa comida, como cena que fue en su día en la víspera de su muerte física, dispuso que en su nombre su comunidad lo continuara en el tiempo, declarando ser su cuerpo y su sangre, ese pan y ese vino.


Todo eso nos garantiza que Jesús en alguna parte está vivo y continua asistiendo a su comunidad, en aquel poder que le dio de hacerse presente en ella. Jesús es la nueva ofrenda al creador del universo y de sus leyes. Y ese creador como tal tiene potestad sobre todo, incluido de hacer del pan cuerpo vivo de Jesús y del vino sangre viva de Jesús . ¿Me pregunto para qué ? Para que participemos y compartamos la vida de Jesús incorporada en nosotros al consumir ese pan y ese vino.

Pues quien tiene poder demostrado para crear y dar vida nos hace por su autoridad, participar de este complemento de vida que nos da firmeza y fortaleza para afrontar incluso la muerte, como millones de personas ya lo han hecho.


Entre ellos cabe destacar los cuerpos incorruptos , o parte de ellos, como testimonios fehacientes , de estar habitados por la vida de Jesús.

Es sorprendente y admirable, pero es un misterio que se despliega ante nuestros ojos.