El Papa dedica sus audiencias de los miércoles a explicar
los diez mandamientos
“No cometerás
adulterio” es el sexto mandamiento, el que Francisco ha explicado este
miércoles durante su catequesis semanal en la Plaza de San Pedro que, en las
últimas audiencias públicas de los miércoles, está dedicando a la
Ley que Dios ha puesto en su creación.
Le recibieron en la plaza casi veinte mil fieles y
peregrinos de los cinco continentes, incluyendo unos mil participantes en la
peregrinación de las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús, pertenecientes
al Instituto Ravasco, y novecientos del Sínodo de los jóvenes de la diócesis de
Faenza-Modigliana, con el Obispo Mons. Mario Toso. Antes de tomar la palabra,
Francisco recorrió la plaza saludando y bendiciendo a las personas que
encontraba a su paso y deteniéndose cada tanto para besar y acariciar a los
niños que le acercaban.
Amar con entrega, sin
condiciones
El Papa centró su predicación en el amor que debe ser fiel y
entregado. “El amor se manifiesta cuando se da todo sin reservas. El ser humano
necesita ser amado sin condiciones, y cuando no encuentra este amor el corazón
busca llenar ese vacío con sucedáneos, componendas y mediocridades,
entregándose a relaciones estériles e inmaduras, con la falsa ilusión de
encontrar allí un poco de luz y de vida”.
Explicó que la vida conyugal requiere un tiempo de noviazgo
para discernir y verificar la cualidad de la relación.
“Este mandamiento nos
llama pues a dirigir nuestra mirada a Cristo, para que sepamos encontrar en
Él la fuente de nuestra fidelidad, de nuestra constancia en las relaciones con
los demás y de nuestra comunión mutua”.
Preparación esmerada:
"diría un catecumenado, tres charlas es falsa preparación"
Hablando en italiano de la llamada a la vida conyugal, que
requiere un claro discernimiento sobre la calidad de la relación y un tiempo de
noviazgo para verificarla, el Papa dijo que para acceder al Sacramento del
matrimonio, los novios deben madurar la certeza de que en su relación está la
mano de Dios, que los precede y los acompaña.
Pero para que esto ocurra, antes de recibir el Sacramento
del Matrimonio – añadió el Santo Padre -hablando espontáneamente – se necesita una preparación esmerada,
“diría un catecumenado porque se juega toda la vida en
el amor, y con el amor no se juega. No se puede definir ‘preparación al
matrimonio’ tres o
,cuatro conferencias dadas en la parroquia. No, ésta no es
una preparación: ésta es una falsa preparación. Y la responsabilidad de quien
hace esto cae sobre él: sobre el párroco, sobre el obispo que permite estas
cosas. La preparación debe ser madura y se necesita tiempo. No es un acto
formal: es un Sacramento. Pero hay que prepararse con un verdadero
catecumenado”.
Vida cristiana es
encuentro de nuestras debilidades con la gracia de Dios
Al saludar a los presentes el Papa Francisco dirigió un
pensamiento especial a los jóvenes, ancianos, enfermos y recién casados, a
quienes les dijo que el mensaje evangélico de Cristo no nos pide hacer cosas
extraordinarias, sino dejar obrar a Dios en nuestra vida.
Y tras recordar que el Señor dijo: “No pueden hacer nada sin mí”, el Pontífice añadió que “la vida
cristiana es el encuentro de nuestra debilidad con la fuerza de la gracia de
Dios, que nos permite vivir
cotidianamente una existencia plena y gozosa, en la que la caridad
significa hacer todo con alegría y humildad, para la gloria de Dios y para el
bien de los hombres.
No es posible el
matrimonio sin el perdón», dicen unos terapeutas de pareja con 85% de éxito
Carol Peters-Tanksley, norteamericana, es ginecóloga,
endocrinóloga reproductiva
autora libros sobre salud femenina y una cristiana
comprometida en tareas de evangelización sobre todo animando a un estilo de vida sano en lo físico y
lo espiritual.
Reflexionando sobre las dificultades que pueden aparecer en
la vida sexual de un
matrimonio cristiano ha detectado 9 características que se
deben tener en cuenta.Recuerda que Dios creó el sexo ("hombre y mujer los creó", Génesis 1,27) pero que
distorsionado o mal usado puede destruir vidas y familias.
“Parto de la premisa de que Dios creó el sexo para ser
disfrutado entre el hombre y la
mujer en un matrimonio comprometido. El debate tras esa
premisa es para otro día. Pero entender cómo está diseñada esta relación puede ayudar a responder muchas
preguntas”, escribe la doctora Carol.
Porque en lo creado se refleja el creador por analogia en
meterielización y desmateria-
litzación, en creación i procreación en expansion y
contracción.
Todo en el nacer crear y procrear manifiesta por analogia al
creador, en las vistes,
el lenguaje,los hilos fluidicos los
movimientos,goces,creac¡ión y procreación demuestran practicamente coómo es el Creador.
Todo lo humano por ley de creación es reflejo de los movimientos efectuados por Dios,
tanto en el plano espiritual como en el físico.
La Justicia nos viene por reconocer la creación segon su
pròpia ley,y el amor fluye por
la luz interior que
nos purifica y da la capcidad de adherirse al creador a traves de la creación.
Así como el creador ha definido y elaborado nuestro ser y
esto muestra su amor hacia
nosotros, así el amor de pareja se tiene que elaborar y
construir a base de satisfacer las necesidades del conyugue dia a dia, sin imposiciones ni quejas ni acusacions.
Una relación sexual sana:
1. Es desprendida, no egoístaUna relación sexual sana tiene que ver más con dar que con recibir. El esposo y la
esposa se enfocan más en satisfacer las necesidades del otro que en cumplir sus propios
deseos. Si ambos se centran en el otro, la mayoría de las dificultades se superan. El
qué hacer, o cómo, cuándo, donde, cuántas veces… esas preguntas se responden,
en la mayor parte de los casos, yendo en la dirección de lo que el cónyuge quiere.
2. Es honesta
El esposo y la esposa pueden ver las preguntas del “cómo,
cuándo, donde, con qué frecuencia” de forma distinta, pero ambos expresarán con honestidad y amabilidad
sus deseos, miedos, frustraciones y más. Aunque ambos intentan cumplir con las
necesidades del otro, ninguno se sentirá forzado a implicarse sexualmente en algo
que les haga luego sentir resentimiento hacia el otro.
3. Tiene etapas, temporadas
La vida, y el matrimonio, tienen estaciones, temporadas, con
distintas necesidades enlo íntimo. No cada encuentro sexual tendrá el mismo nivel de emoción o satisfacción.
Los aspectos más importantes del sexo cambiarán en las distintas etapas del matrimonio.
4. Es relevante, importante
El sexo no es “solo sexo”, es un tipo de intimidad entre
esposo y esposa realmente importante. Se ha de tratar como algo valioso, un don precioso que vale la pena guardar,
en el que se ha de trabajar, en el que vale la pena mejorar, hacerlo prioritario, invertir en
ello, rezar por ello. No hay que menospreciarlo como un añadido menor.
5. Es regularmente irregular
La vida sexual puede ir cambiando: de frecuente a ocasional,
de emocionante a confortable, de satisfactorio a frustrante… depende de la salud física, el estrés de la
vida y otros factores. En una relación sana, el esposo y la esposa están comprometidos
a unirse físicamente, a reconectar así con frecuencia, pero con libertad, sin presiones
legalistas.
6. Es exclusiva
Los cónyuges se mirarán el uno al otro exclusivamente, no
mirarán a ningún otro lugar para el cumplimiento de sus deseos y necesidades sexuales. La intimidad
sexual con una tercera persona está fuera de los límites de una sexualidad sana,
pero o mismo sucede con la pornografía, el exceso de intimidad emocional con otra
persona, etc…
7. Es segura y sanadora
Una relación sexual sana permite exponerse, vulnerable, sin ser herido. La relación
sexual (o su aplazamiento) no se usa para castigar, para controlar ni para herir. Que
te vean por completo, que te conozcan, y que aún así te amen y acepten, es
una experiencia maravillosa y sanadora, que sana heridas específicas del
pasado, o las comunes de la debilidad humana.
8. Es imperfectamente perfecta
Cada matrimonio es la unión de dos personas imperfectas, y
lo mismo sucede con sus relaciones sexuales. Como en cualquier otro ámbito de la vida matrimonial, casi
con seguridad en algún momento herirás a tu cónyuge, y él te herirá a ti. Por lo tanto,
una relación sexual sana incluye el perdón sincero y una mejoría continua.
9. Es más que física
, nunca es “sólo sexo”. Esta intimidad completa incluye
amistad, perdón, lazosemocionales, entendimiento mutuo y conexión espiritual. La sexualidad
marital completa incluye todas esas cosas.
La doctora Carol añade estas consideraciones:
-Hay muchos matrimonios cristianos donde el sexo no cumple todas estas condiciones,
pero eso no significa que no sea posible.
-Si tenéis una buena vida sexual, ¡celebradlo! A Dios le gusta.
-Si estáis casados y vuestra relación sexual no es muy buena, no os rindáis.
A veces hay que trabajar en mejorar lo sexual, pero otras veces tendréis que trabajar
antes otros aspectos de vuestro matrimonio y eso hará que mejore vuestra intimidad.
-Si no estás casado, no te rindas. El miedo, la culpa, la desesperación
y otros
mensajes negativos pueden presionarte para que aceptes algo
menos que el matrimonio. Te animo a que te reserves para lo mejor.
No hay “Diez pasos garantizados para una relación sexual
impresionante”. Una relación
sana en una pareja cristiana es un asunto de crecimiento,
compromiso y graciade Dios. Requiere esfuerzo y vale la pena trabajar por ella.
Los creadores del método de Francisco-Canet
María Dolores y José Ángel son los creadores del método De
Francisco-Canet para el perdón en el matrimonio.
Desde hace 25 años, en su consulta (www.terapiadepareja.es)
ayudan a las parejas a reconciliarse, y el 85 % lo consigue ya tras la cuarta
sesión.
«El Sínodo nos ha decidido a ofrecer nuestro método a
quienes trabajan en la Iglesia con los matrimonios que pasan hoy por
dificultades», afirman. Han compartido su experiencia en la Jornada para
Delegados de Pastoral Familiar que ha organizado la Subcomisión de Familia de
la CEE en Madrid.
- María Dolores y José Ángel, ¿cuántos años lleváis casados?
- María Dolores: Llevamos 38 casados y cinco de novios. Yo
tenía 17 años cuando le conocí.
- José Ángel: Y yo tenía 26 años.
- ¿Por entonces ya tuvisteis alguna discusión?
- MD: Claro que sí. Tuvimos la típica bronca fuerte de
novios, pero sabíamos que íbamos a tener discusiones a lo largo del matrimonio
y que teníamos que aprender a discutir. Se dice que si una pareja no discute es
porque se roza poco, se quiere poco.
- Hoy hay muchas más rupturas que antes. ¿Creéis que no
sabemos discutir?
- MD: Nosotros hemos observado en nuestra consulta que,
cuando en la pareja se van acumulando los agravios, cuando no se van ventilando
las diferencias, llega un momento en que uno acaba por explotar. Y explotan
porque antes no ha habido comunicación, no se han pedido perdón.
- JA: Muchas veces dejamos que se acabe la comunicación
fluida que existe al principio de la pareja. Uno se encierra en su mundo y no
se habla con el otro; y si no se habla es imposible solucionar nada. Es un
circuito sin salida.
- MD: Y lo triste muchas veces es que cuando se quieren
poner a solucionar las cosas, acuden a un profesional que les recomienda la
ruptura. Hoy es más fácil romper que solucionar una crisis.
- ¿Todo esto os ha pasado también a vosotros?
- MD: ¡Claro que hemos tenido discusiones! Pero hemos
aprendido maneras para salir de ellas.
- JA: Nadie está inmune, pero es necesario conocer técnicas
para perdonarse y no ir acumulando agravios en la mochila.
- Vosotros insistís mucho en el perdón…
- MD: Es lo más importante. No es posible el matrimonio sin
el perdón. Somos frágiles y podemos equivocarnos. Además, tenemos que aprender
que si hay un problema en la pareja la responsabilidad no es de uno solo, es de
los dos.
- JA: Cuando uno se siente muy agraviado es fácil caer en el
victimismo. El perdón es la solución. O como recomienda el Papa: «Aunque hayan
volado los platos, no acostarse nunca sin hacer las paces».
- ¿Una infidelidad también?
- MD: ¿Por qué no podemos perdonar si ambos podemos
equivocarnos? Se puede reconocer que uno se ha equivocado, ver juntos qué hay
detrás, por qué ha sucedido eso.
- JA: Respetar los tiempos del otro, hacer autocrítica… Y
todo esto hacerlo los dos juntos. Preguntarnos por qué hemos llegado a esta
crisis, sin hacer caer toda la responsabilidad en uno solo.
- MA: Pedir perdón no es un acto de humillación, sino un
acto de reconocimiento de nuestra fragilidad. Hemos de empezar por aceptarnos
tal como somos, y compartir todo lo que somos, sabiendo que somos imperfectos y
nos podemos equivocar.
- Es que muchas veces queremos dar nuestra mejor versión, y
esperamos que el otro haga lo mismo…
- MD: El otro es un ser del que no tenemos un mapa.
Conocerle abarca toda la vida, no solo el noviazgo. Y cuanto más lo conoces,
mas lo amarás, porque solo se ama lo que se conoce.
- JA: La pareja es pasión y voluntad al mismo tiempo, y si
no hay perdón, se rompe antes o después.
- MD: La inteligencia emocional, el saber que el hombre y la
mujer funcionamos de manera distinta, el saber hacer autocrítica, los valores
conyugales: la confianza, la lealtad, la paciencia, el perdón, el respeto… todo
eso se puede aprender, pero exige el esfuerzo de ambos y también apartar
nuestro egoísmo para alcanzar un objetivo: hacer feliz al otro.
26 octubre 2018 Papa Francisco: homilia en la que proclama
Santos a Juan XXIII y JuanPablo II