La imagen que nos dan los salmos de Dios:
Los salmistas han tenido una experiencia que les ha permitido expresar la fisonomía
de Dios, la que es fuente de nuestra felicidad. Su definición nos garantiza, la
fiabilidad de que la imagen de Dios que ellos nos describen corresponde a la
que posteriormente nos ofrecerá Jesús, y que él con su mensaje también nos
ofrece el rostro del Padre, y que en una carta Juan nos define a Dios como
amor.
El rostro de Dios de los salmos es el Dios de bondad; todo el salterio es
un canto a la bondad de Dios.
Es el gran rostro que nos describen
los salmistas a partir de su experiencia de Dios.
Te sacia de amor entrañable, te corona de felicidad como deseabas Busco el
aliento de su presencia al alcance de su
rostro, que es lo que deseo.
El me lleva a reposar junto al gua, y allí me r epongo.
Me manda por caminos seguros por amor a su nombre.
El amor del Señor guarda a todos los que confían en él.
Yo como el olivo lleno de vida en la casa de Dios, confío en su amor
permanente.
Tengo sed del Dios que me es vida.
Por ti Dios mío se desvive mi alma.
Tu amor es tan grande como de la
terra al cielo.
El alcance de tu lealtad hasta las nubes
Dice que me quiere y me envuelve su amor.
Ha predominado, le ha podido, el amor que tiene a Isrrael
¡Lo que quiero, es llegar a tu presencia Dios mio!
Ya me veo salvado y canto al Señor sus favores.
Me ha defendido y he rejuvenecido.
Lo quiero alabar con todo el corazón.
Una cosa que deseo con toda mi alma le he pedido al Señor: gozar de su
estima.
Los que se refugian en ti Señor os alabaran siempre.
Atended a los que se refugian en el Señor, para que celebren la estimación
en que les tiene.
Que tu bondad y amor Señor me acompañen toda la vida.
As cambiado en gozo mis penas, me vestiste de fiesta.
Señor mi dios siempre os alabaré, y
con qué gozo enaltire vuestro amor. Señor nadie como vos me hace feliz.
Alegria y fiesta desbordante en vuestra presencia, a vuestro lado delicias
para siempre.
Deja que tu siervo vea la claridad, la luz de tu mirada.
SAlvame por el amor que me tienes.
Que felicidad tan grande
reservada a tus fieles, eres la alegría
de nuestro corazón.
Confiams en la presencia del Señor.
Que jamás nos deje tu amor pues en el esperamos.
Probad y veréis que bueno es el Señor.,
me alegraré lleno de gozo al ver que me salva
Sea el Señor tu delicia y te dará, y tendrás lo que desea tu corazón.
El amor que me tienes vale más que la vida.
Si te tengo Señor nada deseo en la tierra, ni en el cielo sin ti.
Es bueno estar lleno de gozo junto al Señor, pues me libera de todo por su
amor.
Dice el Señor: saciaré su deseo de larga vida y disfrutará de mi salvación.
Estamos invitados a ver si todo esto concuerda con el nuevo testamento.