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martes, 7 de agosto de 2018

UNA MAN'ERA DE VER LA INMIGRACIÓN


A través de los demás el Señor es fiel con los suyos y les da lo que desean sus corazones.



Espiritualmente, porque todo lo que es profundamente humano, el Señor nos lo concede por su fidelidad.



Huimos de mucho egoísmo de mucha venganza, de mucho mal, pero el haber podido huir los que no están en situación de venganza, que lo han perdido todo materialmente, pero sin embargo con ilusión afronta ese difícil porvenir en esta ruta nueva de su vida en esto está la fidelidad del Señor.



Respecto a los que han muerto, miles de personas, están en el Señor, son gente que buscaban también su dignidad, algo más apropiado al hombre y han muerto; también mueren muchos por aquí y que no buscan esto, estas muertes es la contribución que pagamos a la cruz de Cristo .



¿Cuántos mártires no ha habido con la persecución religiosa en nuestros tiempos?

Son gente que ha testimoniado su fe con su sangre, en Oriente medio y África, han sido lavados con la sangre del Cordero y han sido glorificados en el Señor.



Nosotros confiamos en la vida eterna, lo decimos en el credo, creemos en la vida futura y en la resurrección de los muertos, creo en la salvación de Dios Jesús.



Esta fe nos lleva a valorar en positivo toda esta experiencia que no puede quedar en negatividad en este mundo en esta vida, es una experiencia que la hemos de reconvertir en cristiano, fuera de lamentar miserias hay esta visión cristiana, no solo ver las calamidades desde un punto de vista humano, ver que detrás de todo esto está la providencia de Dios.



Él nos está dando lecciones muy profundas a la humanidad, lecciones de humanidad que habíamos perdido, y seguro nos vamos a recuperar a través de estas miserias. El Señor es fiel, es maestro que educa a su pueblo, todo esto es parte de la educación que Jesús nos quiere dar, que nos está ofreciendo.

Compañeras, compañeros: yo lo veo y entiendo así, y creo que es conveniente que sea así para todos nosotros, para que oremos para que se vaya manifestando cada vez más esta fidelidad, esta providencia, esta pedagogía de salvación, y enseñanza, de amor del Señor.



El amor del Señor se manifiesta en el progreso de nuestra vida pero también en su desgaste, en la cruz, punto culmen en el que se manifestó su amor hacia nosotros, perdonando, y luego por la resurrección la salvación, que nos promete y nos llega; es la ilusión acerca de nuestro futuro por la mediación de Cristo.



Hemos de ver los dos aspectos: el de la dignidad humana, y el de la cruz, que juegan a la par en nuestras vidas, ambas están totalmente enlazadas,  en cada familia hay cruces, muertes, dolor, enfermedad, sufrimiento, servicio muy intenso, sobre todo por los que más sufren, y este es fruto de la misericordia bondad y amor de Dios.



Veamos nuestra dignificación a través del servicio y a través del sufrimiento y en ello el Jesús nos da una gran oferta de poder servir a nuestros hermanos a los de aquí y a los que vienen de fuera, a todos; a través nuestro se manifiesta la piedad del Señor su bondad su misericordia, su amor, su fidelidad. Veamos como una oportunidad lo que estamos viviendo en estos momentos.

Sigo con la sensación de vernos agotados, el Sr, les dijo dadles vosotros de comer, y estos niños que ante la situación dicen a sus padres que no quieren ningún gasto extra para las vacaciones para que este importe sea para ayuda a los desplazados, el padre les ha hecho una hucha a cada uno para que ahorren de lo que el padre les da para sus gastos, y ahorran.

Nosotros también suprimamos los caprichos, los gastos innecesarios en favor de los más necesitados y pidamos a Jesús     que ejerce su señorio sobre nosotros, que nos renueve, que necesitamos un cambio, que ya no queremos ser igual, que ponga en cada uno de nosotros un corazón parecido al suyo, purifica Señor nuestros corazones, nuestras mentes, que sepamos ver las cosas con tus ojos, sentir con tu corazón porque en cada comunión en la que tu vienes a nosotros tomas posesión de nosotros, para transformarnos poco a poco en Ti. Deseamos de corazón que nos conviertas a Ti, y tengamos tu visión y tu discernimiento, tu luz, tus criterios, tu consejo.

Tú nuestro maestro, nos educas en el corazón y en la mente, Tú aquietas nuestra imaginación, emciendes nuestras emociones y afloras nuestros sentimientos.Tú nos elevas espiritualmente a ti, gracias Señor porque sé que escuchas nuestra oración, que anhelas tomar posesión de nosotros más profundamente y nos llenas de alegría, esta es tu intención , tu voluntad. ¡Gloria y alabanza a Ti!. ¡Qué grande eres, bendito seas! Esta oración ha dejado la puerta de mi corazón abierta para cambiar, para prescindir de todo lo que sobra.