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jueves, 28 de mayo de 2015

Poder del cristiano frente al mundo

Nos basta la presencia y la figura de Jesús. El encuentro de ayer vino a traernos el fuego del amor y este fuego nos lo hemos de quedar, y repartirlo entre los hermanos, seamos portadores del fuego del amor del corazón de Cristo, y hoy cuando en el evangelio se leía el encuentro de Jesús con el Joven rico que quería cumplir del todo con la voluntad de Dios pero estaba pegado a sus bienes, al pedirle ese desprendimiento se entristeció y marchó, no sabemos qué nos va a pedir el Señor en la oración esta tarde, pero debemos estar preparados por si nos pide alguna cosa que nos cuesta mucho, y no sabemos qué decirle, pues dejemos que él nos de la respuesta, que a lo mejor también nos dice vende todo lo que tienes dalo a los pobres y sígueme, Jesús no quería meterse en su riqueza sino desprenderlo de todo lo que le estorbaba en el corazón, y diéramos a los pobres todo, nuestro tiempo, nuestra pereza, soberbia, nuestra envidia , nuestras ocupaciones, nuestras reservas respecto al Señor, yo personalmente no tengo dinero, pero si en la oración el Señor me ha hecho ver que le entregue todo aquello que me cuesta, se lo vamos a dejar aquí en la oración vamos a ofrecerle aquellas cosas que nos cuesta con pocas palabras, para que él actúe. Quiero ponderar ante vosotros que esa entrega total al Señor nos viene dada por la segunda parte de la canción que es la parte contemplativa. Si realmente la vista de Jesús, verle, reconocer su hermosura, predomina en nosotros, anula todos los demás intereses, los subordina ,los posterga, “Mira que la dolencia de amor ya no se cura” este sufrimiento, esta dolencia , esta ansiedad, este estar pendiente de este amor a Dios en nuestro interior, esto no se cura, va en crecida, partiendo de nuestra contemplación de Cristo, de Dios en la línea mística, hemos de desarrollar esa línea mística, para que podamos tener el desprendimiento del que la hermana nos ha estado hablando, y esta vía mística está en esta presencia, en esta figura de Cristo. No solo la imagen nos ayuda, pero hay mucho más, hay esta vivencia interior de amor al Señor, de ilusión por el Señor, de entrega total al Señor, y esta ilusión, este deseo asta ansiedad esta inquietud interior por el amor del Señor es lo que nos va a ayudar a desprendernos de todo lo que hemos de desprendernos en su presencia. Amén. Vamos a estar en silencio para recibir una cosa muy grande en nuestro corazón, normalmente la recibimos en el silencio y no en bullicio, vamos a fijarnos en aquellas cosas que más nos impactaron ayer, la venida del Espíritu, la espera nuestra, la espera de los hermanos, de la familia, y luego vamos a ver qué ha afectado nuestro corazón al ver la presencia del Señor. Muéstrate en nuestra inteligencia y en nuestro corazón, muéstrate Espíritu divino, muéstrate señor nuestro, muéstrate amor nuestro, muéstrate gloria nuestra, muéstrate perdón amoroso, muéstrate liberador nuestro, que sepamos contemplarte señor Jesús en tu muerte y resurrección, que sepamos contemplarte en el don total de ti a nosotros, Señor Dios nuestro queremos contemplar esa hermosura tuya de amor e integridad, queremos verte señor hazte visible en nuestro interior, como en estas visiones que a veces tenemos en sueños, hazte tu también así visible entre nosotros, Señor Dios nuestro acepta nuestra oración, ven Señor Jesús, ven Espíritu de Dios, ven con tu delicadeza, ven con toda esa bondad que das a los corazones, quieres corazones serenos, corazones tranquilos que amen a Jesús y tú los acercas más tú nos lo das a conocer tú nos recuerdas todo lo que Jesucristo nos ha ido diciendo tú eres el amor de los amores, tú eres la dulzura, tú eres tanto, tanto…Conociéndote Espíritu Santo el amor de fuego el amor que nos lleva a conocer más a Jesucristo a amarle más, nos lo das todo , y contigo lo tenemos todo, amándote y dándote las gracias porque tú nos das a conocer a Jesucristo. A mí me impactó de ayer la palabra que comentó el sacerdote: que un santo triste es un triste santo, y pensé no debemos ir tristes porque su palabra da alegría, y estar con él es una satisfacción, sabemos que él es el consolador, él siempre está con nosotros en todos lados, entonces me entregué al señor depositando en él toda mi tristeza, todo lo que me invadía, todo el dolor de mi corazón, y todas las cosas, porque no quiero estar triste, quiero ir por la vida como él, y aceptando su voluntad. Gracias Señor. La tristeza nos inunda de dolor, pero también es bueno que el dolor aparezca en nuestras vidas para saber lo que sufren los demás. El Joven rico se apartó triste cuando Jesús le dijo que vendiera todo y lo entregara a los pobres. ¿Os parece que hagamos intercesión uno por uno para que lleguemos a penetrar en esta contemplación interior del Señor? Cataremos el ven y descánsate, y deja que Dios sea Dios, tu solo adorale. El Señor nos ha dicho que no nos que demos parados que hemos de ser pregoneros del Señor, sin miedo vayamos donde vayamos dios está con nosotros y nosotros con Dios. Inundame Señor con tu espírit… Convierteme Señor con tu espíritu Hablame Señor con tu Espíritu Defiendeme con tu Espíritu Dejanos sentir el fuego de tu amor, y que lo sientan todos aquellos que amamos y conocemos. Como la lluvia empapa la tierra él empape la tierra de nuestro corazón Evang de Juan. El primer dia encerrados Jesús se presentó y les dio paz, recibid el Espíritu Santo, perdón de pecados. Este texto nos presenta la presencia de Jesús ante la Iglesia entera, quiero ponderar que era la Iglesia entera la que recibió el poder de perdonar pecados, y que luego nosotros lo hemos ido limitando a la jerarquía de la Iglesia, en extremis nosotros tenemos la capacidad de usar la misericordia del perdón, perdonar y ser perdonados, todo o que es capacidad de dar a Cristo a los demás es ocasión de ofrecer la salvación, el perdón, la presencia de Cristo en los demás, paz a vosotros como el Padre me ha enviado así yo os envío, somos enviados por Jesús somos parte de la Iglesia, somos enviados, pues con el poder que Cristo da a su Iglesia, tengámoslo en cuenta , no reduzcamos la iglesia a la jerarquía por favor, porque entonces la gran labor evangelizadora de la Iglesia queda mermada, cortada, fundamentalmente tenemos capacidad de ofrecer los sacramentos a los demás, el sacramento de la incorporación a la Iglesia el sacramento de activar los dones del Espíritu, la presencia de Jesús eucaristía, la presencia del perdón de Dios, el poder consagrar el amor de pareja como signo del amor de Dios, tenemos la capacidad de designar personas para el servicio a la comunidad, tenemos la capacidad de consolar y ayudar a morir a los que se van, participamos de toda la actividad sacramental de la Iglesia de la manera que nos corresponde, esta enseñanza no es habitual, pero nosotros como miembros de la iglesia participamos de todo el poder que Cristo ha dado a su iglesia, sanar enfermos, perdonar, liberar, acoger son dones del Espíritu son carismas que el Señor ofrece para que nosotros podamos engrandecerla en nombre de Cristo, y como eso es muy fuerte el Señor asegura la paz, porque estas cosas nos pueden in quietar nos pueden inquietar mucho, los apóstoles por miedo a los judíos estaban inquietos, tenían miedo, estaban encerrados en ellos mismos, por lo tanto con la venida del Espíritu Santo hemos sido liberados de nuestros miedos, de nuestros recelos; me ha hecho sufrir ver personas que cercanas a la muerte tenían el corazón endurecido, no aceptaban al Señor, no aceptaban el sacerdote, y por lo menos les pedí que aceptaran la oración, ante una persona que no quiere el sacerdote que no quiere los sacramentos del sacerdote, que solo admitía la amistad que tenía conmigo donde hay una cierta confianza, que me había manifestado sus errores, sus vicios, entonces yo era el instrumento de Dios para la salvación de aquella persona. ¿Entendéis? Cuando una persona no admite nada, pero por la amistad y confianza se desahoga contigo y si tú eres capaz de reconducirlo hacia la oración, hacia la aceptación del amor de Dios ¡Qué gran obra podemos hacer! En este caso hemos de suplir al sacerdote. Estuve 10 años yendo a la cárcel de jóvenes de la Trinidad, y los presos son bastante introvertidos, no se desahogan con cualquier persona, y estaba allí el p. Sesma yo tenía un buzón en el que ponían el aviso de los que querían entrevistarse conmigo, muchas veces me decía el padre que muchas veces es la confianza que se les da, a mí me tenían como si fuera su madre yo tenía mucha confianza , ya que la madre la podían ver muy de tarde en tarde y por poco tiempo, el Padre me decía ve a tal persona y habla con él, si te ha puesto el aviso, o sino hazte la encontradiza, él contigo habla pero conmigo no quiere hablar había de todo tipo de delitos, y allí estaban hasta los 21 años y luego pasaban a la modelo, me pedían cosas que no podía ofrecerles y entonces se lo decía a l Sacerdote y entonces él ya se acercaba como amigo , jugaban una partida de cartas, y así se introducía en su vida, pero antes se habían desahogado conmigo y luego ya me venía a casa porque había cosas confidenciales que no podía hablar con nadie, es muy importante la confianza con nosotros y a partir de nosotros, me decían que habían matado , donde guardaban el cuchillo, donde guardaban la droga, es verdad que nuestra función es muy amplia, en el bautismo, en la muerte, en el dolor, en la compasión en el acompañamiento, en tantos momentos nuestra función e amplia, tú has tenido muchas oportunidades en la tienda donde todos te conocían e hiciste mucho bien y con una estampa, con una medalla con algo ibas conquistando a la gente, y tú sabes cuanta gente has mandado aquí al grupo, yo diría que lo importante es la aproximación. Tía dame un poco de vino de ese que tomas, no ahora el próximo día te lo explico, en la cárcel me dijeron. Lo que aquí recibimos no lo guardemos, los apóstoles no pudieron callar el poder que recibieron, nosotros hoy también hemos recibido poder, no lo callemos. Jesús presentándose les dijo paz a vosotros, y diciendo esto les enseñó las manos y el costado, les dio paz pero les enseñó las manos y el costado, los signos de su crucifixión y su pasión, de su muerte. Como cristianos hemos de tener paz pero también somos el cuerpo de Cristo, y por lo tanto en nosotros también se producen las señales de la muerte de Cristo también llevamos en nosotros el sufrimiento por amor, las llagas de los pies manos y costado de Cristo, llevamos el corazón herido de amor, herido también por la lucha por la salvación del mundo, somos también salvadores con Cristo, ejerciendo el poder que Él nos da de evangelizar, y de comunicar al Señor, como el Padre me ha enviado así yo también os envío, y los apóstoles se llenaron de alegría al ver al Señor que les enseñaba las manos y el costado y que les dio la paz, así pues como se decía más arriba no hemos de ser cristianos tristes sino alegres. Alegría y dolor en el corazón por llevar a Cristo al mundo. Tengo una abundancia ahora que no tenía antes con alegría. Después de las 2’30 horas de celebración la gente aún tenía hambre de Dios y se iban a la capilla a hacer y pedir intercesión y otros a pedir confesiones, estemos dispuestos pues a dar sin medida.

Mistica garantia del cumplimiento de la ley y salud moral

Es el poder del Señor que nos mueve a estar aquí los lunes en su compañía, es la fuerza suya la que nos trae aquí para reunirnos con los hermanos. Es el Espíritu el que nos va a inundar esta tarde para que nos aproximemos mucho más al Espíritu del Señor, que le dejemos entrar en nuestros corazones y no le pongamos obstáculo, porque el Señor llega con poder y con amor, y hemos de estar muy preparados para su venida. Estra, a Jesús para que en él sepamos ver a todos los hermanos para que en esta fiesta de Pentecostés que tantas personas van a celebrar, el mundo cambie, nos dejemos cambiar, porque si no nos dejamos pasaran muchos pentecostés y todo seguirá igual”. “Ven Espíritu de amor sobre cada uno de nosotros, ven a inundar nuestros corazones, nuestra alma, infórmanos, ilumínanos, y dinos qué hemos de hacer para que la mirada de Jesús, su recuerdo su inquietud por amar al Padre, por amar a ti Espíritu Santo, para que esa unidad de la Trinidad, nos avive nuestro entendimiento y en el servicio a quienes están a nuestro alrededor, familia, vecinos aquellas personas que cada día vemos”. Glorificado sea el Señor. Ven Espíritu Santo, toma posesión de nosotros. Como los apóstoles reunidos con la Virgen, estamos esperando la manifestación del Espíritu de Dios, estaban orando día tras día en el cenáculo esperando que Dios se manifestara de alguna manera, a nosotros sucesores de los apóstoles, sucesores de aquél pentecostés estamos esperando después de estos días estar reunidos en tu nombre. Haz revivir de nuevo esta llamarada del Espíritu Santo este fuego de amor en nuestros corazones, en nuestras mentes, este impulso profundo y enorme, esta liberación, que el Espíritu dio a los apóstoles y los empujó a manifestarse en público sin ningún temor sin ningún miedo los liberó de todos los condicionamientos, para poder manifestar claramente el mensaje de Dios. Espíritu ven y haz esto mismo en nosotros, para que realmente seamos testigos tuyos ante el mundo. Desde lo más profundo del corazón alabamos y agradecemos al Señor el poderle experimentar cada uno, presente en su interior. Señor Dios nuestro tú te haces presente en lo más profundo de nuestro corazón, te sintamos, y experimentemos, tengamos todos y cada uno el corazón abierto a esta experiencia en nuestra persona, en nuestro interior, dispuestos a que tú te manifiestes a través de esa revelación, y que podamos verbalizar cada uno lo que tú vas manifestando en nuestros corazones en nuestras mentes; te doy gracias porque la acción de tu Espíritu Santo es real entre nosotros, se hace evidente entre nosotros a través de la fe y la experiencia interior en nuestra conciencia. ¡Sí Señor! Hemos de darte tantas gracias, por esta tarde por conservarnos en la vida, porque cada día nos regalas un tesoro para nuestro corazón y nuestra alma, gracias porque te he visto llegar, tú estás aquí tu llevas el grupo, el Espíritu Santo lo lleva, y por eso nuestra alma, alaba profundamente al Señor. Las que sois madres, o abuelas recientes, cuando sentís que vuestros nietos os dan un beso de amor, y que dicen ¡yaya te quiero mucho! Se abre el corazón. Pues el Señor también nos da un abrazo de amor, y lo hemos de sentir en lo más profundo del corazón porque el abrazo que da el Señor es peculiar. Cuando el mundo va corriendo Dios nos hace parar y escuchar su palabra, para que nos llene nos transforme y envíe sobre nosotros y nuestros seres queridos, la familia, los que más lo necesitan, los que faltan del grupo, espiritualmente presentes, envíe y recibamos la voz del Señor que nos dice “Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y os aliviaré”. Señor quédate aquí con nosotros”. Gracias. Yo también doy gracias porque el Señor nos dijo “No me habéis elegido vosotros a mí, soy yo quien os ha escogido” y eso cambia tanto las cosas, así pues esperamos que seas consecuente y nos mandes tu Santo Espíritu que nos haga ver todas las maravillas, el amor del padre y el hijo, ese espíritu de belleza que embellece el alma, toda la belleza del mundo reflejo de la belleza del Espíritu Santo, todo lo embellece y también nuestros corazones. Queremos seguirte a ti porque tú eres la voz del Padre y el Hijo, vayamos en tu camino y podamos un día celebrarlo todo en la eternidad, con Jesucristo con el Padre, con la Virgen. Gracias Señor. Yo Señor te doy gracias por todo lo que estás haciendo conmigo, y te pido por mi hermano que ahora le ha salido un quiste malo, por eso te pido Señor que le ayudes, pon tu mano en él y ayúdale. Gracias Señor. Yo también quiero darte gracias Señor, desde lo más profundo del corazón en esta tarde, quiero entregarme a ti, quiero mi corazón dejarlo limpio, que brille para que tu entres en mi que hagas tu entrada para que nos des esa fuerza que viene de tu Espíritu Señor, tu brillo en nuestros ojos, es tu brillo Señor, que nuestra boca la abra para alabarte, bendecirte, glorificarte, que lleguemos a todos los confines de la tierra, que sintamos que eres el rey del universo que todo lo has hecho en beneficio de todos nosotros. Gracias Señor. Yo te doy gracias Señor por todo lo que has hecho en mi vida, por todo lo que estás haciendo, Señor gracias, aumenta mi fe, gloria al Padre al Hijo y gloria al Espíritu. El Señor me ha llamado a venir cada lunes aquí, para mi todos los tengo presentes y Le pido al Señor por todos los del grupo, dos o tres veces al día. Gracias Señor. Seguimos invocando al Espíritu Santo. ”Ven espíritu de Dios sobre mí, me abro a tu presencia, cambiarás mi corazón, toma mi debilidad , toma todo lo que soy, pongo mi vida en tus manos, y mi ser, poco a poco llegarás a inundarme de tu luz, tu cambiarás mi pasado. Quiero ser signo de paz, quiero compartir mi ser yo necesito tu fuerza tu valor quiero proclamarte a ti ser testigo de tu amor, entra y transforma mi vida, ven a mí. ” En la segunda estrofa le hemos dicho al Espíritu santo hemos abierto nuestro corazón de par en par y que queremos ser signo de paz que queremos compartir el ser que necesitamos de su fuerza y su valor, es verdad ¿Qué haríamos a solas si no tuviéramos a Jesús? ¡Que pobreza más grande tienen las personas que aún no conocen a Cristo, cuando llegan a conocerle es tanto el amor , es tanto lo que el Señor se da a aquella persona que se ha acercado a él a la persona que lo ha proclamado a él que se ha dejado transformar su vida, ven Señor y transforma nuestra vida, dejémosle hacer, que entre y tome posesión de nuestro ser. Es hora que espabilemos del sueño que tenemos, es hora de que nos dejemos inundar, cambiar por El. ¿Qué haríamos si no nos cambiáramos si todos los días estuviéramos con la misma ropa, si nadie nos hablara, qué tristeza tendríamos, Él cambiará nuestro pasado, olvidémonos del pasado, vivamos el presente ese presente nuevo, cada día con el deseo que hoy sea mejor que ayer, llénanos Señor, te necesitamos. Solo le pedimos al Espíritu santo que nos ayude a mantenerlo en nuestro corazón, que Jesús ponga todos los medios para que permanezca en nosotros, que sepamos tratarlo con la dulzura con que Él nos trata, con el cariño, la amabilidad, la discreción, que eso nos induzca a amarle como Él nos ama, sepamos tenerle y que se manifieste en nuestros corazones. Gracias Señor. Quiero proclamarte a ti y ser testigo de tu amor, entra con tu soplo de vida, ven a mi, creo que poco le proclamamos como se merece, muchas veces por cobardía, otras por el que dirán , muchas veces porque se van a reír, en muchos signos los tapamos , para que no se den cuenta, no somos sinceros, cuando nos separa el mundo o la creación, ser sinceros para que se llenen de luz del Espíritu Santo, pues ayúdanos a tener esa transparencia a no pensar en los problemas ni en otras cosas, más que en ti , en darte todo lo que tú te mereces y todo lo que nos pides, Señor danos esa fuerza, ayúdanos a tener esa voluntad. Gracias. También que todo amor humano que tengamos, lo apreciemos en su justo valor, que el único amor que tenemos que tener claro, es el amor al Espíritu Santo el amor al Padre, desechemos los amores que nos quitan felicidad, por lo tanto que el Señor nos de lo que más nos convenga, que nos lleve a estar más cerca del Padre, del Hijo y del Espíritu santo. Así sea. Gracias señor. Este año son muchos los acontecimientos que estamos viviendo en España y en el mundo, pero hay mucha miseria, hay mucho dolor, está pasando de todo, ahora cuando un poquitín, antes de venir aquí me decía un señor que está hospitalizado en rehabilitación: Hermana ¿No estaremos tomando el pulso a Dios? De tanto como está pasando, y que no le cojamos las manos y apretemos fuerte, que solo nos conformemos en tomarle el pulso, a ver como lo tiene; tal vez sí tendrás razón de que le estamos tomando el pulso, por otra parte piensa que en este pulso que le tomamos a Dios , pero Dios se está valiendo de tomar el pulso a toda la humanidad, en medio de las cosas que están pasando, muchas desagradables, las estamos viendo cada día, nos las están plasmando en la televisión, parece que no saben poner otra cosa más que dolor, dolor… y aquellas 600 personas que no las quiere nadie, muertos de hambre y de sed, pues mira de todos los sitios los van echando , no les dan posibilidad, pero si vamos a pensar al primero que no le dieron posada es al Señor, no hay lugar para ti, a ver si tienen algo vacío, no le daban.. Nació en medio de esta pobreza, ¿Tendremos nosotros de nacer en medio de la pobreza que día a día está en nuestro alrededor? Pensamos en ellos curiosos por lo que les puede ir llegando, pero a lo mejor esperan algo de nuestro corazón; este señor me decía: Cuantos y cuantos han vendido lo poquito que tenían, y se han quedado en el camino, como decía uno de los que venían en la barca: cuando se mueren los arrojamos al mar, pasto sus cuerpos de los animales marinos, salieron de su tierra, se quedaron sin nada, y no llegaron a nada, ni al trabajo que ellos venían buscando, ni a la acogida que ellos venían buscando, porque le dicen retírate , vete para otro sitio, ahora los reparten tantos para ahí, tantos para allí, tantos para… es horroroso esto, pero en medio de esto estamos viviendo el año de santa Teresa, los 500 años de la muerte de santa Teresa, Cuánta gente está yendo a peregrinar allí, donde la santa paso toda su vida, tengo dos intimas amigas que al mismo tiempo que yo me hice hospitalaria ellas se hicieron carmelitas, y las llamé el otro día para felicitarlas, les dije tendréis mucho jaleo estos días allí en Ávila, dijeron, no, en nuestros corazones no hay jaleo, hay silencio, esta palabrita es muy fuerte, hay silencio. Sta. Teresa nos dice: “ Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta. El sábado abro la puerta para marchar a casa de mi hermana, y me encuentro una señora con una niña de la mano y un carro de la compra, me dice si tendría algo para darle de comer, tenían hambre, volví dentro y cogí algunas cosas y se las di, dijeron, pero nos falta pan, mire el monedero llevaba dos euros y se los di, ya tenía para un par de barras, y se fueron. Nadie más les abrió la puerta en la escalera. Entra, entra Espíritu de paz espíritu de amor, que seamos signo de paz y de amor, Hechos 1. Este texto nos prepara para el Pentecostés; seréis bautizados, bañados, meterse en el agua hasta la cabeza inclusive, metidos totalmente, eso quiere decir que seremos invadidos de pies a cabeza por el Espíritu Santo compenetrados con el Espíritu Santo en el alma y en el cuerpo totalmente, el Espíritu actúa en el alma y en el cuerpo en todo nuestro ser, en nuestra conciencia , en nuestra mente, en nuestros sentimientos, en nuestros afectos en nuestro corazón, en todo nuestro ser, y esto como consecuencia de que Jesús estuvo entre nosotros esos 40 días después de la resurrección en los que se manifestó a los apóstoles, a sus amigos, a los que había escogido para que luego fueran los propulsores, los promotores de su reino en la tierra, estuvo con ellos comiendo y charlando, hablando con ellos explicándoles el sentido de todas las escrituras que hacen referencia a Él. Eso lo encontramos en el episodio de los dos discípulos que van a Emaús, y luego vuelven corriendo a Jerusalén aquel mismo atardecer; es de suponer que si aquí Lucas habla de que 40 días estuvo con ellos seguramente día a día fue encontrándose con los apóstoles hasta el día de la ascensión seguramente cada día les fue explicando las escrituras que hablaban de Él. Por otra parte los apóstoles, Maria inclusive, y otros discípulos experimentaros qué modo de vida distinto era el de Jesús respecto a la vida mortal que tenemos nosotros, qué triunfo tan grande fue el de Jesús superar la muerte pero no para volver a morir sino para estar en la gloria y presencia del Padre. A Maria de Magdala le dijo: un poco estaré con vosotros, y luego iré al Padre. En este texto bíblico se nos habla de cosas de una gran esperanza, de una visión de futuro para nosotros, del gran misterio del Cristo resucitado y promesa a la vez para nosotros, vamos a pasar de esta vida mortal a la que tiene Cristo ahora. Jesús resucitado y ausente ahora de nuestra vista en su figura humana, con todo sigue al cuidado de su comunidad humana, de aquellos que se reúnen en su nombre, Él es el gran intercesor junto al Padre, el que murió en la cruz intercede por nosotros continuamente, intercedió ya en la cruz diciendo perdónalos porque no son conscientes de, no se dan cuenta, no saben, lo que hacen, y este acto fundamental de intercesión de Cristo por nosotros es un acto que sigue vigente por la eternidad, y por lo tanto nosotros nos sentimos profundamente protegidos por Jesucristo, y más pues el espíritu de Jesús es Santo y nos lo da en un alarde de generosidad, nos dio ya en alarde de generosidad la eucaristía: yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin de los tiempos y este estar con nosotros es la eucaristía, y de ella se sigue la promesa de que seremos como Él. Veis? Qué alentador es creer y pensar es esta gran obra de Dios en la humanidad entre nosotros; somos nosotros los destinatarios de esta obra de salvación de esta obra de transformación profunda en nosotros, desde la situación de puros hombres, mujeres que hemos surgido del mundo animal y esto se constata razonablemente, pero que Dios nos ha dado este aliento de vida y conciencia superior a los animales para que podamos relacionarnos con Dios en diálogo según la cualidad que nos ha dado, podamos hablarle y escucharle. Partiendo de ahí lo que Él nos está proponiendo y diciendo es una sublimación es una elevación es una transformación maravillosa en todos nosotros a partir de Jesús; Dios ha tomado el mundo, ha tomado la humanidad y la ha acogido para sí, la ha acogido para glorificarse con una humanidad glorificada, Dios está realizando su obra intentando llevarla al culmen con nuestra aceptación, con nuestro acoger con un sí radical a este plan que tiene por nosotros, siempre respetando ese hecho de la creación del hombre que es haberle hecho a imagen y semejanza de él, con la capacidad de decidir aceptar su propuesta o no, capacidad de entender y de diálogo, capacidad de asombro propias del hombre, imposible en animales inferiores, nosotros siendo en parte animales , con todo tenemos esa grandeza de tener nuestra conciencia, nuestra libertad, nuestra voluntad nuestra capacidad de diálogo, incluso con el mismísimo Dios, por eso ya en el Sinaí dijo al pueblo Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a vosotros mismos. ¿Por qué amar a Dios? Porque esa es la capacidad natural que tenemos por creación, poderle amar, escucharle, celebrar la adoración la grandeza de Dios esto podemos deducir de esta revelación. Los hechos de los apóstoles son un gran título de esperanza e ilusión, de pretender unos objetivos nuevos, ese objetivo más profundo, más extenso, más amplio de toda nuestra vida, el Jesús resucitado subido al cielo, y luego la promesa la que esperamos para el próximo domingo que se realice plenamente en nosotros como los apóstoles reunidos en oración en espera de que esta plenitud del Espíritu en nosotros la hallemos más profunda más amplia, la esperamos pero quien la ofrece y la da es Dios recibir el Espíritu Santo no es mérito nuestro sino sencillamente que estemos disponibles a que venga porque la misericordia de Dios es inmensa, y quiere para nosotros lo mejor de lo mejor. Haciendo presente la preparación que el Señor nos ha hecho presente estos 40 días, Él que sabe del barro que estamos hechos nos conoce, así porque nos quedamos ensimismados mirando al cielo. Cuantas veces nos habrá dicho ¿Qué haces aquí ensimismada mirando lo que ya has mirado tantas veces? Da un paso más adelante que el que tiene que mirar lejos tiene que andar un paso más, si intentamos atravesar ese firmamento, con el amor más especial a cada hermano a cada uno de los que tenemos entre ceja y ceja, Señor es un año diferente, hemos tenido muchos terremotos, inundaciones, tornados, erupciones volcánicas, guerras, muchas cosas, ¿Qué querrá decirnos todo eso? La misericordia del Señor está en decir a todos esos que hacen mal en la tierra, asesinos, los que solo miran su propio interés, les dice a través de las desastres de la naturaleza, de los grandes cataclismos para que reaccionen, reconozcan su debilidad i vuelvan la mirada a Dios si nosotros a pesar de lo sucedido estamos aquí es por su misericordia. Se habla de que está cerca la venida del Señor, ¿Para qué? Para promover una conversión masiva del mundo. Cuando vas por la calle ves una persona invalida o en silla de ruedas dices Señor que he hecho yo para estar libre de estos males, ¿Cómo ha actuado la misericordia de Dios en mí, el mimo que me ha dado, al ver un ser como yo pero que no se puede valer por sí mismo? En medio de un terremoto de un cataclismo, en el dolor, en la soledad, en estos casos que una persona necesita constantemente que otra esté a su cuidado, es cuando más se acude a Dios. Pero si no se acude las angustias y las depresiones abundan, pero nuestro corazón no puede estar triste por lo que hoy hemos considerado.

jueves, 7 de mayo de 2015

La conciencia humana en Juan

Queremos ,Señor, sentir experimentar tu presencia en nosotros, que tu Espíritu nos llena, por tu gran amor, y sepamos comprobar que es así esta experiencia, y darte gracias con un corazón agradecido por la acción salvadora que tú nos has hecho, porque nos salvas de tantas cosas a las que estamos atados que necesitan purificación, haz luz señor en cada una de nuestras mentes para que realmente sepamos reconocer aquello que falta purificar en nosotros, nos sepamos reconocer con gratitud, con esperanza, con deseo de corregir todo lo que haya de corregir en nosotros, queremos tu presencia queremos que tu espíritu nos llene plenamente, que no haya ninguna reserva, que no haya ningún ámbito de nuestra vida en el que esté ausente tu Espíritu Santo, señor Dios nuestro ven, ven y actúa en cada uno de nosotros con tu poder y con tu fuerza, amén. Gracias porque atiendes nuestros deseos de ser correspondidos en el amor, y los satisfaces de manera imprevista. Cuanto podríamos hacer si dedicáramos nuestro tiempo de oración en más profundidad porque la oración es el mejor regalo que podemos hacer al Señor, pero “alma que no dais qué esperáis”. El señor espera y está esperando lo mejor de nosotros, de nuestra fidelidad rellena de amor, cuando veo estos matrimonios que llevan tantos años juntos por fidelidad, es un sacramento más que lo que tenemos las religiosas,45 años y más es una gran fidelidad, y se os ve felices, contentos. Os pido que hagamos una invocación al Espíritu y que hagamos la enseñanza sobre 1ª de Juan. 3, 18 a 24. Creo que es interesante sacar el provecho que podamos de ella. Ven amor de Dios, ven a mí con fuerza y poder, inunda mi alma. Hijos míos no amemos de palabra sino de verdad y con obras Quería entrar en este párrafo y comentar sobre lo que dice de la conciencia: cada uno tenemos nuestra conciencia. Estamos en una época en al que las conciencias son muy dispares, es decir uno tiene conciencia de pecado y por lo mismo otro considera que ha obrado correctamente, uno cree que socialmente lo hace bien y otro con lo mismo dirá que no, y lo dicen convencidos, esta convicción que tenemos dentro de nosotros es el estado de nuestra conciencia. ¿De qué nuestra conciencia debe responder positivamente, o ante qué debe responder negativamente? Vamos a detallar más las palabras del apóstol:” En eso conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante Él. Hijos míos no hablemos de palabra y boca, si no de verdad i de obras”; es decir nuestro amor si no se realiza en obras, si no se realiza en atender a los hermanos, atender a otros,si no se realiza en hacer progresar la sociedad; entonces ¿Cuál es la realidad de nuestra conciencia? ¿es una conciencia superficial si no es de obras y de verdad? Cuando realmente vemos que nuestro compromiso es de verdad y obras no es solamente de palabras, que el aire se las lleva sino que hay un compromiso real en nuestra vida, un esfuerzo real en favor de los hermanos, un esfuerzo real en ser yo fiel a lo que me pide el Señor, y ahí si que conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante el Señor, en caso de que nos condene nuestra conciencia, es decir: hay la cuestión de la conciencia errónea, nosotros podemos ser conscientes de que alabando mucho al Señor cumplimos, pero a lo mejor somos como los fariseos, entonces donde está la verdad de nuestra conciencia, nosotros podemos orientar nuestra vida como curiosidad o interés en ir conociendo cosas del Espíritu, o ir conociendo cosas de la religión o ir haciendo prácticas religiosas, pero la atención a los hermanos, ojo que el papa Francisco insiste mucho en esto, ocurre pues que a veces nuestra conciencia nos condena cuando hacemos cosas que no están previstas en la ley o en las normas o nos saltamos una norma, entonces la conciencia nos condena pero es en unos supuestos culturales, que tenemos, quiero dejarlo claro, porque la libertad de conciencia que nos da el Señor la hemos de acoger y aceptar pero con buen discernimiento, a veces me da un cierto respeto hablar así, porque es posible que lance las conciencias a un libertinaje, y no es esto porque son las obras y la verdad de Cristo, las que nos juzgarán, que nosotros hemos de ser fieles a la conciencia, pero sabeis que la iglesia y la sociedad actual está llena de leyes normas y moralidades que no responden al espíritu original genuino de Jesucristo así pues respecto a todo eso hemos de ser libres, a veces nos acusa la conciencia porque no seguimos las leyes, en ese caso hemos de quedar tranquilos, tanto si nos condena como si no, porque hemos sido fieles a lo genuino del Señor, tanto da, no pasa nada porque Dios es mayor que nuestra conciencia y lo conoce todo, no vamos hacer una moral a nuestra medida, sino a la medida del Señor a la medida de la ley que el Señor nos da, pero la que nos da el Señor, a veces hay por ahí muchas concreciones de normas y de leyes y de criterios que se están llevando a la práctica, y que no son los de Cristo, no son los criterios del Señor. Si Dios es mayor que nuestra conciencia hemos de descansar en el Señor, hemos de obrar con sinceridad según la verdad, pues el Señor nos ilumina, descansemos en el Señor si hemos obrado correctamente, dejémonos de dar vueltas si estamos cumpliendo.. la constitución por ejemplo, es Dios quien rige nuestras vidas. Creo que la conciencia que nos ha dado el Señor es una conciencia muy integra, muy llena de su amor, del Espíritu Santo, vale la pena que se manifieste, no ponerla bajo el candelero, nos da vergüenza muchas veces que vean cómo tenemos la conciencia, y decimos yo tendría que dar más, y ¿Por qué no doy más? Pues sencillamente porque la meto debajo del celemín, y con esto tengo bastante, y para Dios nunca hay bastante con lo que nos da; lo que nos da lo hemos de multiplicar por mil porque el Señor está cavando una tierra dura en la que no puede sembrar otra cosa. Continua diciendo si la conciencia no nos condena tenemos plena confianza ante Dios, a decir: la conciencia claro que nos exige, pero sobre lo que hemos hecho o sobre lo que estamos haciendo en este momento, sobre el pasado ¿nos condena o no la conciencia? Tenemos plena confianza ante Dios sobre todo si hemos actuado siempre de buena fe, si hemos actuado de buena voluntad a pesar de que en un momento dado pensamos que podríamos dar más de si no vayamos a llenarnos de escrúpulos de conciencia, apliquemos el mayor rendimiento a partir de ahora, pues lo anterior entonces no estaba en cuestión. No vamos a martirizarnos a partir de la conciencia, de momento hemos de dar lo que podemos, no hemos de regatearle al Señor. Eso de la conciencia a título personal cada uno lo tiene que examinar, si he hecho lo que he podido, lo que he sabido, no tiene porqué condenarme, estoy haciendo intentando dar mi rendimiento al máximo, pero si no alcanzo me salva que tenemos plena confianza en Dios, él suplirá aquello que nosotros no hemos hecho, porque o no hemos sido capaces de hacer mas, o porque somos un poco tontos, o porque nuestras fuerzas nos fallan. Ocurre a veces que al enfrentarnos con las circunstancias de la vida, en el momento oportuno no aciertas con la salida que querrías, pero luego reflexionando se te ocurren soluciones mejores, no por eso tenemos que culparnos, en una próxima ocasión aplicaremos, si hace al caso, mejores soluciones estaré dispuesto que el Señor en nuevas ocasiones me ilumine mejor, porque Él durante la vida me va purificando más y me está llevando a nuevas cotas de espiritualidad. San Marcos lo dice bien claro: “tengo que obedecer primero a Cristo y después a los hombres” Te pueden aconsejar tal o cual cosa, no, contrasta primero con Cristo. Y luego dice “y cuanto pidamos lo recibimos de Él porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada”, en función de lo que le agrada al Señor pediremos, no pedir según nuestro parecer por aquello de que es todopoderoso, y es generoso y se le puede pedir todo, no se trata de pedirle cosas indiscriminadamente, sino lo que a él le agrada con fe esperanza y confianza. Ahí está el tema de nuestro riesgo: en el qué y cómo pedimos. Tenemos el testimonio de David y Salomón, como Dios les bendijo con dones personales y bienes materiales, porque no pidieron según su interés sino según el corazón de Dios para poder ejercer su servicio correctamente. Los mandamientos del Señor son muy sencillos, tenemos en primer lugar los del Sinaí que son las pautas de conducta son los basicos, y luego se suman los sacramentos y toda la línea de salvación sobrenatural de Cristo que son dos cosas distintas. Yendo a los mandamientos reconoce que hay un dios soberano, respétalo y celebra su acción poderosa en la creación, es tu creador y está proveyéndote cada día en todo; esto es el contenido de los tres primeros mandamientos, son estas 3 cosas y no hay más. Luego los otros mandamientos: en cuanto a la generación humana, tus padres te han hecho pues respétalos, respeta la generación humana también no violando a otra persona, respeta los bienes de los demás, respeta las personas, en la generación humana el no matarás, respeta los bienes de los demás y la buena fama de los demás, ya está, no hay más. Los mandamientos de Dios son muy sencillos, y en positivo son cuatro palabras, amaras a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. No hay más y luego el desglose está en ese respeto a la vida, a los mayores, a las otras personas como tales, en sus bienes, en todo lo que es, en su realización humana. Con obras y de verdad tendremos buena conciencia, pero siempre el referente son las obras, es la actuación que tu haces, no son tus ideas, no son tus teorías. Objetas que san Pablo no insistía en las obras, bien cada uno tenía su carisma y su modo de expresarse, pero no están en contradicción; Pablo tenía el compromiso en cuanto a la evangelización, en cuanto a las obras y en cuanto al testimonio también lo da clarísimamente. El mensaje de Cristo es muy amplio a la hora de la verdad eso va por aquí. Y este es su mandamiento que creamos en el nombre de su hijo Jesucristo y que nos amemos los unos a los otros tal como Él nos ama. El mandamiento está, su raíz en lo humano en los 10 mandamientos, en lo religioso también el reconocimiento de Dios, y si conocemos a Dios , si Él nos ha hablado y nos habla a los hombres, Él comunicó su ley, se comunicó con los profetas, y comunicó a Jesucristo que es la palabra de Dios viva, así pues creamos en en el nombre del hijo Jesucristo, eso es el mandamiento, si estoy convencido de lo que el mensaje de Jesucristo me da, en consecuencia yo voy a realizar su mensaje en mi vida sin disimulos y sin recortes, y que nos amemos los unos a los otros; por una parte lo que son los tres primeros mandamientos de la ley que se recogen en esta expresión de creer en el nombre de su hijo Jesucristo, y los siguientes en que nos amemos los unos a los otros tal como nos lo mandó. Es una nueva expresión resumida de lo que son los 10 mandamientos, si nos amamos los unos a los otros tal como nos lo mandó nos vamos a respetar en la vida, en la generación humana, en todos los ámbitos y aspectos de la vida, lo que es la disposición de los bienes materiales etc. “Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios”. Esto es también un aliento de esperanza muy intenso para nosotros, si guardamos esta reverencia y respeto por Dios, por Jesucristo, y este respeto por los demás, y este saber atender a los demás, entonces permanecemos en Dios, Dios vive en nosotros, claro que Dios vive en nosotros, que el Espíritu de Dios está en nosotros. Dios ya sabía de la flaqueza del hombre y que no íbamos a cumplir muchos de sus mandamientos, cuando nos dijo que el amor lo cubre todo, el trajo la fidelidad también, el Señor nos escudriña a cada uno, el amor que lo ponemos en la última etapa Él lo puso en primer lugar ¿Y cómo compruebo yo que el Espíritu de Dios está en mi? En eso conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio. Hemos de estar constantemente reconociendo la presencia del Espíritu de Dios en nosotros, y así pasamos a ser cuerpo y sangre de Cristo, pasamos a ser el Cristo doliente y el Cristo resucitado. En esta lectura el Señor te hace un examen de conciencia, en nuestras pobrezas no hilamos tan fino, pero el deseo lo llevamos y Dios ese deseo lo valora y multiplica, aplicando aquí el “creced y multiplicaos” del Génesis, y a los matrimonios a los que yo tengo mucha veneración, Que lleváis tantos años en fidelidad, lleváis el amor prendido a la fidelidad, y ese amor y fidelidad la vais a esparcir entre vuestras familias , entre vuestros vecinos, entre vuestros conocidos, y ahora aquí en el grupo porque si os falta el amor lo demás no os sirve de nada. Los mandamientos son una muestra de amor a la humanidad, porque en todo quiere proteger, en que los hijos amen a los padres, que por supuesto amemos a Dios y le reconozcamos y luego, es que es en todo, incluso con la prohibición de comer carne para la cuaresma era una medida higiénica en los tiempos que se puso esta norma , porque en aquel tiempo se abusaba mucho de la carne toda norma inspirada por Dios es en beneficio de la humanidad, en todo destaca el amor de Dios para la humanidad, y seamos buenos como Dios nuestro padre e s bueno, ya que somos a su imagen y semejanza, constatamos que a nuestro alrededor la vida humana no vale nada, ni por agresión a otros ni por suicidio y los millones de fetos que han matado por aborto. La ley está en nuestro corazón y esta es la que hemos de seguir. Hemos hecho la preparación del Pentecostés, y cuando se reúnen los hermanos en oración para hacer algo, la unción es apabulladora muy fuerte muy intensa, nos reuniremos pues para celebrar el Pentecostés y esperamos que el Señor se manifieste como ya nos ha dado la premonición. Habrá tiempo para ir a votar. En Pentecostés la virgen estaba con los apóstoles.