Archivo del blog

jueves, 4 de enero de 2024

DECLINAR HACIA LA PLENITUD


Cada vez más… o quizá menos;

No te se alcanzar ¡tan Alto!

Ni  mirarte ¡tan Inmenso!

Mas… puedo mirarte de frente a Ti.

 abajado a mi altura de tan pequeña estatura

Y balbucearte: “Padre”

 

Junto a tu “Sillón de Grande” a tu derecha, Jesús

Con un rostro conocido, tal al nuestro parecido

Que me invita dulcemente a acercarme sin temor

 

Asi,  vengo a Ti, Señor

 En mi vivir, cada vez más limitada, más ignorante,

más alejada de este modo de existir;

la Tierra, ya un paisaje como en un cuadro pintada;

yo,  casi fuera de él,

al Cosmos incorporada… hacia un Nuevo Amanecer.

 

Vuelvo a Ti,

de donde vine, donde por Ti fui pensada, por tu querer engendrada

entonces…, aun sin conciencia; ahora, ya despertada;

no te pude ver entonces… pronto, sí, ya cara a cara.

 

Antes de entrar en tu Casa y de poderte mirar

¿me harás hacer muchas cosas que aquí he dejado de hacer?

¡yo qué sé!

En Ti descanso, Señor,  que todo me sobrepasa

Quiero aprender a entregarme fiada de tu bondad

Ahora, hoy, sin fijarme en lo que pueda pasar.

Ya dependo de Ti, sólo

Pues ha pasado de largo o he dejado pasar  el tren de mi propia vida,

La que tú me confiaste,

La que ya doy por cumplida;

Entre tus brazos dormida Tú la harás resucitar

Y le darás plenitud que yo no podré menguar

    No, no creo que esto sea inhibirme ni de la vida evadirme

Sino… que se va ausentando, ella… quien me va dejando

Como desnuda de nuevo, tal  cual vine desde Ti

Aunque con ropaje viejo que se ha adherido a mí…

 

¡Poco supe engalanarme, ni desde mí,  gloria dar

Al acreedor de ella.

¡Limpia, Señor, mi equipaje!

Como tienda de Quedar,

Vuélveme de negra, bella.

 

Victoria



No hay comentarios: