Canbio climatico, coches, contaminación, medio ambiente, movilidad limitada
Por Marta Bach Arús en Coche y Moto
¿Cómo nos moveremos los próximos diez años?
Con total seguridad viviremos de manera más
conectada, fluida, multimodal y claramente respetuosa con el medio ambiente. La
tecnología en manos de usuarios más responsables abrirá nuevas perspectivas al
vehículo privado. Caminamos hacia una movilidad más limpia.
Los cambios que veremos en la movilidad de la
próxima década probablemente tendrán más trascendencia que los que hemos vivido
a lo largo de los últimos 100 años. Al reto de conseguir una movilidad más
ágil, segura y eficiente a un coste razonable, hay que añadir la lucha
creciente contra el cambio climático del planeta y en favor de un aire más
limpio a nuestras ciudades. Reducir las emisiones de gases contaminantes es una
prioridad de la Unión Europea que todos los Estados tienen que hacer suya. El
objetivo para el 2030 es obtener un 40% menos de emisiones de CO2, y lograr un
ahorro energético del 30% respeto en 1990. Reducir las tasas de contaminación
es todo un reto.
Esto afecta de pleno al transporte por
carretera, una de las actividades causantes de emisiones a la atmósfera, a
pesar de que no es la única; también hay que contar con la contaminación que
generan sectores muy importantes como la industria o el transporte aéreo y
marítimo.
Dos tipos de emisiones
Para entender cuál es el impacto real de los
vehículos de gasolina y diesel en el medio ambiente hay que recordar que los
motores de combustión producen dos tipos de emisiones. Por un lado, emiten CO2,
gas que no es tóxico para la salud humana pero que contribuye al efecto
invernadero, y por lo tanto, al calentamiento del planeta y al cambio climático
a escala global.
Por otro lado, los motores de combustión
emiten elementos nocivos como por ejemplo óxidos de nitrógeno (NOx) y
partículas en suspensión (PM10), que representan un problema para la salud
humana cuando se respiran en concentraciones demasiado elevadas, cosa que llega
a suceder actualmente en grandes áreas metropolitanas europeas, Barcelona y
Madrid, entre otras.
El reto, pues, es luchar contra estos efectos
negativos del transporte terrestre garantizando la movilidad obligada de las
personas, a menudo ligada a razones laborales y limitada al vehículo privado
por no haber alternativas de calidad y eficientes en el transporte público.
Movilidad más limpia - Contaminación global y
local
La tecnología, una aliada
La solución que pide medidas concretas y una
mayor concienciación social, puede venir de la mano de la tecnología, que
ofrece vehículos cada vez más eficientes y que contaminan menos.
Los coches eléctricos y híbridos son ya una
opción de mercado, y van en aumento. En Noruega hay un 17% de vehículos
eléctricos circulando y el fabricante norteamericano Tesla acaba de lograr un
récord: ha recibido más de 400.000 reservas en dos semanas para su Modelo 3, un
coche 100 % eléctrico de 35.000 dólares que llegará al mercado a finales del
2017. Por otro lado, la
UE ya obliga los fabricantes a reducir las emisiones medianas de los coches
nuevos que se ponen a la venta, intentando favorecer una movilidad más limpia.
Y los
usuarios están comprando vehículos que cada vez menos contaminantes. El año
2015, 2 de cada 3 coches nuevos vendidos en Cataluña emitían menos de 120 gr
CO2/Km. Al 2020, el umbral estará en 95g CO2/Km y, el 2025, se estima
(pendiente de aprobación) que en 75g CO2/Km. Además ya no se toleran
determinadas prácticas, como lo demuestra la denuncia pública del caso
Volkswagen.
Emisiones de CO permitidas por la UE
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