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sábado, 29 de enero de 2022

Dos tendencias en el cristianismo que crean conflicto

 

La gran batalla de nuestros días es una revuelta contra Dios y el orden del mundo que Él creó.

lo cual lleva a reescribir los mandamientos de Dios, desde la apostasía negando el origen sobrenatural en algunos casos,y en otros hasta negar directamente la existencia de Dios.

Se está dando en toda la sociedad occidental,y está sucediendo también dentro de las denominaciones cristianas y no solamente entre los feligreses, sino además entre pastores protestantes e incluso entre sacerdotes católicos.

Es la revolución final contra el credo de la cristiandad, contra el Dios proveedor del que habla la Biblia,contra el Dios al que le oramos y él nos responde, contra el Dios que nos promete la vida eterna junto a Él, después de nuestro pasaje por la Tierra.

Algunos sacerdotes y pastores pierden la fe y directamente dejan su ministerio, mientras que otros no lo dejan por razones económicas, de militancia social o de poder,son un real peligro, porque expanden sigilosamente la incredulidad entre los fieles.

Pero hay otros que manifiestan públicamente que ya no creen en Dios, y hasta llevan a sus congregaciones a tomar posiciones ateas.

Recordemos que Jesús profetizó que habrá una apostasía al final de los tiempos, en Lucas 18 dice «Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?» Por eso se refiere al remanente fiel.

Dicen del tercer secreto de Fátima, que menciona que sucederá una gran apostasía en la Iglesia, que tomará a su vértice,lo que significa que se vaciará la relación  personal con Dios, para transformarse en un movimiento social, una ONG.

O sea que hoy hay corriente cristiana diversa que se impone a la de los apóstoles.

Algunos argumentan que es necesario hacer que el cristianismo sea menos exigente, para atraer a más gente hacia Cristo, pero resulta exactamente a la inversa en los hechos.

Los estudios actuales serios y grandes, sobre sociología de la religión, muestran que estas formas de cristianismo están en implosión.

Y que el único cristianismo que crece es el que está yendo a las raíces de las doctrinas tradicionales sobre el pecado y la necesidad de arrepentimiento, sobre la divinidad de Cristo que le permitía hacer milagros, etc.

El cristianismo progresista está actuando fuertemente en las principales denominaciones protestantes, y casi todas están en caída libre en asistencia a los servicios religiosos,se han transformado en una mezcla de reforma social y apoyo a los derechos humanos de las minorías, que apenas mantiene el lenguaje religioso.

Han reescrito los mandamientos de Dios,y cuando esos mandamientos son indistinguibles e idénticos a los de la agenda social progresista, entonces han creado un Dios a su medida.

Un Jesucristo en el que no vas a depositar toda tu vida, sino simplemente vas a considerarlo como un gran pensador o un compañero de lucha, por ejemplo, tenemos el caso del reverendo holandés Klaas Hendrikse, que no es pastor de una congregación marginal, sino de la principal iglesia holandesa.

Afirma que no hay vida más allá de la muerte, por eso insta a sus feligreses para que aprovechen lo más que puedan la vida en la Tierra, porque probablemente será la única que tengan, tampoco cree que Jesús haya sido hijo de Dios, si es que existió históricamente.

Considera que Dios es una metáfora y no un ser. Su libro «Creer en un Dios No Existente»

Sin embargo, la iglesia decidió que sus puntos de vista estaban tan extendidos entre otros pensadores eclesiales, que no se le podía señalar de forma individual.

Porque 1 de cada 6 clérigos de la Iglesia Protestante Holandesa es agnóstico o ateo.

El otro ejemplo, es el del Pastor de la Iglesia Presbiteriana de EE.UU. en Oregon, John Shuck, quien dice que no cree en Dios, y no pìde a los miembros de su congregación que crean, e incluso se ofende con aquellos que afirman que no es cristiano.

Él escribió que Dios ya no es creíble como un ser personal, sobrenatural, y que Jesús pudo haber sido una persona histórica, pero la mayoría de las historias sobre él en la Biblia son leyendas.

Y dice que hay muchos cristianos que creen que la Biblia es literalmente verdad, que Jesús es sobrenatural, y sin embargo, ellos todavía practican el cristianismo, según él.Lo que pasa es que la cultura cristiana que viven algunas sociedades cumplen generalmente con 7 de los 10 mandamientos los  que piden respeto para el prójimo.

Y el tercer caso de cristianos ateos profesos que traemos es el de la pastora Gretta Vosper, de la mayor iglesia protestante de Canadá, en 2016, tras el tiroteo de Charlie Hebdo en París, por parte de musulmanes, declaró públicamente que la creencia en un Dios sobrenatural despertaba el rechazo del mundo y el odio contra Él,lo que llevó a la Iglesia Unida de Canadá a instituir una revisión oficial sobre su idoneidad como ministra,pero en noviembre de 2018, Vosper y la Iglesia Unida llegaron a un acuerdo que le permitió continuar con su ministerio. La Iglesia Unida reconoció que hay un lugar para Gretta, y que no hay razón para separarla de la congregación,y que esto no altera la creencia de la Iglesia Unida de Canadá en Dios, más plenamente revelado a través de Jesucristo.

Como vemos, hay que saber leer este lenguaje para no creer lo que no dice.

Pero esta apostasía entre ministros ordenados no es privativa sólo de los protestantes.

En diciembre de 2021 el sacerdote católico canadiense, Bernard Ménard, hizo pública una carta donde dice,«Soy un no creyente, como el 49% de los quebequenses. Yo tampoco creo en el dios en el que esta gente ya no cree un dios que lo controla todo y es todopoderoso>.

Y establece que una religión que sustituye la libertad de conciencia y la responsabilidad personal por el miedo a la condenación, es una invención humana alienante.Por supuesto que la religion no puede sustituir la libertad de conciencia ni la responsabilidad personal, y ciertamente a Cristo no hay que seguirle por el miedo a la condenación, sino por apreciar lo que ha echo por nosotros, entonces el seguirle no es alienante ni denigrante, sino positivo y dignificante.

Y en la carta pública habla de las razones por las que sigue siendo sacerdote, dando razones solamente de militancia social.

Dice que sigue para hacer su pequeña contribución a la curación de las heridas del pasado y al nacimiento de un mundo verdaderamente nuevo.   ¿Y cuál es el mundo nuevo al que aspira? Un mundo en el que «aprendamos a respetarnos, a perdonarnos a nosotros mismos y a los demás, a establecer la solidaridad con los grupos de base de otros países, y sobre todo, dejar de poner nuestro futuro y nuestra seguridad en la acumulación de dinero más allá de lo necesario» y agrega que «la libertad y la profunda felicidad, sólo la puede dar una sólida amistad». Concibe a Jesucristo como un luchador social, dice que  «puedes confiar en este hombre que se hizo cercano a los marginados, a los rechazados, que llegó hasta el final de su amor dando su vida y ofreciendonos su amistad».Y agrega que se queda en la Iglesia de hoy por la esperanza que le da la revolución que ha iniciado Francisco.

Y cuando menciona las razones por las que esa revolución le da esperanza, menciona que significa, «devolvernos a lo esencial del Evangelio: la sencillez de vida, la aceptación de las diferencias, el amor perdonador, el servicio a los más frágiles» pero a eso le falta  la acogida  y experiencia de su Espíritu Santo.

Por lo tanto, vemos que la plataforma de este sacerdote es de reforma social, reforma que requiere el soporte de Dios para realizarlo.

 

En resumen, prescindir de Dios y del orden que Él creó, ya fue profetizada por Jesucristo en la Biblia y es parte del tercer secreto de Fátima.

 Esta corriente ha producido que muchos dejen de creer en Dios y que otros tantos remodelen lo que piensan de Jesucristo, incluso en pastores y sacerdotes en función. Todo esto puede ocasionar un juicio sobre estos pastores y sacerdotes.

Y tambien en que muchos ya no crean en un Dios creador de todo, activo permanentemente y que no permite que se mueva un pelo de la cabeza de cada persona sin que Él lo permita.

A quien nuestra oración moviliza y nos auxilia con Su Divina Providencia ,y que tambien se visualiza como un luchador contra las injusticias sociales en la Tierra, adjudicándole  la promoción de una convivencia mas justa.

Pero las investigaciones de sociología de la religión muestran que ese ponderar principalmente  los aspectos de justicia social por medios humanos queda en segundo lugar, y sus cultos  comunitarios  decaen, mientras crece el cristianismo que cree en la acción de Dios en la vida de sus fieles.

El cristianismo real comenzó con el anuncio de la revelación de Cristo.

Él nos habló de la vida sobrenatural y como llegar al paraíso, murió y resucitó.

Y su mensaje, y la demostración de los milagros y su resurrección, son las buenas nuevas para nuestra vida.  Esa buena nueva tiene el objetivo de cambiarnos para poder acceder a la vida eterna junto a Dios.

Tiene el objetivo de que seamos santos, y por lo tanto desafía nuestras tendencias pecaminosas derivadas del mundo caído.

En suma exige que nazcamos de vuelta y seamos construidos de vuelta en torno a la cruz.

La fe tiene el objetivo de modificar  nuestro corazón.

La cultura cristiana nos ha llevado a la buena convivencia con todos, a la no agresividad. I a la plena responsabilidad en nuestro actuar, en cierta manera ha suprimido el pecado, que no es necesario pero insuperable sin esa cultura cristiana.

En definitiva a la larga  estás obligado a depositar toda tu vida en Jesús  y considerarlo un gran pensador o un compañero de lucha.

El verdadero Dios hace demandas sobre nuestras vidas y no se complace en vernos estancados en lo que sentimos y pensamos; siempre nos pide nuestro progreso espiritual con todo es bueno introducir los valores de la sociedad como complemento de la religión.

Por ejemplo la iglesia episcopal de la diócesis de Washington aprobó una resolución por la cual en futuras actualizaciones de su libro de oración, dejarán de usar el pronombre de género para Dios, conduciendo a los fieles a una concepción más completa de Dios.

Esto  en lugar de considerar solo la función de Maria la madre de Jesús en la religion, es ampliar el feminismo dentro de la misma.

Su lógica es que la doctrina de la iglesia siga las demandas sociales y se adapte a ellas,  además  de marcar el rumbo de la sociedad.

Pero nuestra mirada debe estar hacia el Dios sobrenatural que se encarnó hace 2000 años y fue exigente con nosotros para que lleguemos a la santidad, si es que queremos tener su amistad eterna.

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