Al venir hoy ante tí,me setí tan infimo;
tan infimo yo ante ti
Tan poco somos ante Ti
tan por debajo toda cosa,
SoloTu luz que no oscuridad,
Solo tu libertad que no cadenes
Realidad roca firme que en tu regazo
todo se transforma, resucita,
es camino a Eternidad.
...¡Calláos
ya, sensaciones, serénate, cuerpo mío!
espíritu
¡espabila!, despierta, no estés dormido:
te
está mirando amoroso el Santo Dios hecho Amigo.
Atiende,
que está a la puerta,
escucha
cómo te llama.
Vé
y abre, y dile: ¡entra y llena toda mi casa!.
Siéntate a sus pies, ahora,
ante su Rostro, adora,
su Nombre alaba y no temas
que con gran misericordia, condescendiente te
invita.
Hazle
dueño de tu vida,
el
guardián de tus cuidados,
y
tu frente en El apoya abandonada a sus brazos.
¡Oh, Señor! toma las riendas y muéstrame tus
caminos.
Donde hoy digas que vaya, iré, no sola,
contigo;
lo que digas que yo haga, o que hable o que
calle,
eso haré y no otra cosa.
Abre y sana mis oídos,
úngeme con tu piedad,
llena todos mis vacíos y en mi nada, hazme
amar.
Sólo eso, no otra cosa: amar quiero, nada más.
¡Qué
sorpresa la que tengo!: ¡mira que querer tan sólo lo que menos hay en mí!
¡Es
claro que Tú me vives! Vale pues, vive Tú en mí.
No
me importa no ser yo, pues de mí tengo experiencia
de
tristezas, de pobrezas y de errores;
acepto
que Tú me vivas y desde mí, des amores.
Y yo, siempre, por debajo, por debajo yo ante
Tí.
...Ese Dios que en tí descubres está viviendo
en tu hermano,
y
para que así lo creas y con tus ojos le veas,
Dios
mismo se hizo humano.
¡Oh, Jesús! sana mi vista, mi ceguera, mis
tinieblas,
mi corazón cura y limpia,
yo necesito encontrarte bajo cualquier
apariencia,
que el intercambio de amores resucita las
miserias,
¡va bajando el cielo nuevo, vá surgiendo nueva tierra!
..¡Oh Dios mío, que
sorpresa!:
mi
oración hecha poesía.
Has
hecho vibrar mis cuerdas
y
arrancado de mi tedio, para tí y mis hermanos,
sones
de amor y de fiesta.
Al acabar, me viene una cancioncilla que ya
hace años el Señor me dio y que hoy cuadra cantarle:
Para
ti es mi música,
para ti es mi
cántico,
para ti mi
melodía...
Señor,
yo cantaré,
tus proezas
cantaré,
cantaré tus
maravillas.
Amén
Victoria 11-4-2000
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