perdónanos, oh Dios, como nosotros perdonamos:
Es una manera pública de solicitar el perdón,
es un reconocer en primer lugar a Jesucristo como Dios, en segundo lugar que le
he ofendido o por no amarle a Él como es debido o por no amar a los hermanos con
una conducta incorrecta.
La iglesia
para proteger nuestra privacidad ha puesto la confesión en privado con el
sacerdote, y él en nombre de Dios nos ofrece el perdón de Dios restableciendo
nuestra amistad con Él.
Toda ofensa
es una auténtica barrera entre personas, por eso el perdón mutuo restablece la
amistad.
Unos quieren
violencia, i el fuego se los tragará.
Dios protege
al hombre bueno que reconoce sus errores que perdona y pide perdón, porque sabe
que todos tenemos
nuestros errores o infidelidades en nuestros
compromisos, por egoísmo, por ambición, por pereza, por ser impulsivos y poco
considerados con los demás.
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