Dios omnipotente, Creador nuestro que amas a la familia humana y
a todo lo que han hecho tus manos, nosotros, los hijos e hijas de
Abrahán pertenecientes al judaísmo, al cristianismo y al islam,
junto a los otros creyentes y a todas las personas de buena
voluntad, te agradecemos por habernos dado como padre común en
la fe a Abrahán, hijo insigne de esta noble y amada tierra.
Te damos gracias por su ejemplo de hombre de fe que te obedeció
hasta el fin, dejando su familia, su tribu y su patria para ir hacia
una tierra que no conocía.
También te agradecemos por el ejemplo de valentía, resiliencia y
fortaleza, de generosidad y hospitalidad que nuestro padre común
en la fe nos ha dado.
Te damos gracias, en particular, por su fe heroica, demostrada por
la disponibilidad para sacrificar a su hijo por obedecer tu mandato.
Sabemos que era una prueba muy difícil, de la que, no obstante,
salió vencedor, porque sin condiciones confió en Ti, que eres
misericordioso y abres siempre nuevas posibilidades para volver a
empezar.
Te agradecemos porque, bendiciendo a nuestro padre Abrahán, lo
has hecho una bendición para todos los pueblos.
Te pedimos, Dios de nuestro padre Abrahán y Dios nuestro, que
nos concedas una fe fuerte, diligente en el bien, una fe que abra
nuestros corazones a Ti y a todos nuestros hermanos y hermanas; y
una esperanza invencible, capaz de percibir en todas partes la
fidelidad de tus promesas.
- 8 -
Haz de cada uno de nosotros un testigo de tu cuidado amoroso
hacia todos, en particular hacia los refugiados y los desplazados,
las viudas y los huérfanos, los pobres y los enfermos.
Abre nuestros corazones al perdón recíproco y haznos
instrumentos de reconciliación, constructores de una sociedad más
justa y fraterna.
Acoge en tu morada de paz y de luz a todos los difuntos, en
particular a las víctimas de la violencia y de las guerras.
Asiste a las autoridades civiles en la búsqueda y el rescate de las
personas secuestradas, y en la particular protección de las mujeres
y los niños.
Ayúdanos a cuidar el planeta, la casa común que, en tu bondad y
generosidad, nos has dado a todos nosotros.
Sostiene nuestras manos en la reconstrucción de este país, y
concédenos la fuerza necesaria para ayudar a cuantos han tenido
que dejar sus casas y sus tierras con vistas a alcanzar seguridad y
dignidad, y a comenzar una vida nueva, serena y próspera. Amén.
Papa. Francisco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario