¿Creér para subsistir o para comprender?

Isaías 7,9 en hebreo: Si no creéis , no subsistiréis. Isaías 7,9 en griego: si no creéis no comprenderéis Es un texto que invita a reflexión por tener dos versiones en textos originarios; podríamos sacarle la miga solo al hebreo ya que es el mas antiguo, pero algo nos quiere también decir el texto griego. Tanto el uno como el otro contienen una expresión negativa ( si no…tampoco..) Seguramente es mas pedagógica esta formula. Nos podemos preguntarnos si estas expresiones negativas contienen adecuadamente lo mismo en positivo La afirmación segura es que si no creemos no subsistiremos eso no implica que por el hecho, de creer vayamos a subsistir; en cada generación humana han muerto creyentes y no creyentes a la par, pero la palabra subsistencia tiene un significado más pleno que el hecho de permanecer vivo en esta vida temporal y en la que el cuerpo tiene un envejecimiento que acabará descompuesto, hay un contexto histórico que pide en el conjunto social terminar la tarea que a cada uno le corresponde, y en consecuencia dar unos frutos naturales en el contexto social, y unos espirituales en el contexto trascendente. Por aquí va el sentido de la palabra subsistencia. La fe es imprescindible para subsistir nos dice el primer texto, así la acción de Dios es realizable solo si el corazón humano tiene puesta su confianza en Dios, porque solo Él es nuestro protector válido, adecuadamente poderoso para no descuidarnos, garantía de que Él es nuestra defensa contra cualquier ataque enemigo, contra cualquier percance que nos perjudique en nuestros objetivos vitales. El segundo texto: Si no creéis no comprenderéis. Así como el texto hebreo nos Implica en el conjunto del ámbito personal, ahí no se distingue ningún aspecto concreto de la personalidad individual. Aquí apuntamos mas al conocimiento de Dios , condición imprescindible para fiarse de Él. La naturaleza humana se fia y confía de quien le garantiza el éxito. No tenemos de natural capacidad, una aptitud para comprender las razones del curso de nuestra propia vida y de nuestro entorno social y aún religioso; para todo ello necesitamos que en nuestra mente se haga la luz para descifrar el curso de nuestra vida, para no leer solo los signos estacionales, sino los signos de nuestro tiempo que marcan una ruta a nuestra sociedad.. Solo desde este conocimiento que nos viene dado como de una musa, que nos pone en situación de decidir podemos avanzar con la moral, la firmeza y el coraje que requiere el desarrollo de nuestras vidas. Me estabilizaré y consolidaré en Ti, en tu verdad (Sn. Agustín) La experiencia del amor de Dios que nos provee de lo que necesitamos, nos da esta confianza, nos da la confianza de que fiarnos de él es nuestra mejor garantía de éxito en la vida.