Archivo del blog

martes, 5 de diciembre de 2023

EFUSIÓN DEL ESPÍRITU SANTO


el espíritu Santo como ámbito divino, hay que considerarlo como  capaz de relacionarse  con nosotros personalmente, por eso podemos hablar de que se derrama en nosotros como un perfume que invade cuerpo y alma produciendo en nosotros sus dones  como medios de  nuestro proceso de santificación, los 7 dones santificantes: ( sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, conocimiento, y reverencia)  y además promotores de aquellas aptitudes o habilidades ,que dan un nuevo brillo a la vida del cristiano,  que originan actos de servicio a la comunidad humano-cristiana que promueven la santificación del prójimo.                                                                                                                                                                         

 

El Espíritu Santo, al acoger nosotros la salvación de Jesús, produce estos efectos en nosotros porque es la promesa del Padre que recibimos gracias a la glorificación de Cristo.

 

Cabe distinguir esta promesa como definitiva para la humanidad, como el instrumento divino que nos puede abarcar a todos, para que, a través de los siglos, en tanto lo aceptamos y acogemos, produzca nuestra mas profunda transformación interior.

Aquí Dios ya no selecciona unas personas para darles una misión, como ocurría antes de la venida de Jesús, ahora en nuestro tiempo su manifestación está dispuesta a alcanzar toda la humanidad.

Precisamente cuando se va a producir la pasión muerte y resurrección de Jesús es cuando éste nos habla más del Espíritu:

“No había espíritu porque Jesús todavía no había sido glorificado” (evang. Juan 7,39)

“El Espíritu Santo nos conducirá a la verdad plena” (Jn.16,13)

Sin eso no tenemos claridad de criterios

“El E.S. nos irá recordando cuanto Jesús  ha dicho” (Jn. 16 14.)

Sin eso no se hubieran escrito los evangelios

Jesús nos dice”No tenéis capacidad para cumplir la misión que os encomiendo”

“El E.S.es nuestro consolador y defensor “ (Jn 16, 7)

“No salgáis de Jerusalén hasta que hayáis recibido el espíritu” (Hs. 1,4)

El Espíritu Santo mantiene en nosotros la presencia y misión de Cristo

Jesús nos dice “No os dejare huérfanos” ( Jn.14, 16 a 18)

Porque tendréis “El Espíritu Santo el que convence al mundo de pecado” (Jn. 16,8)

Cambia la orientación de nuestras vidas al augmentar nuestra percepción espiritual, entonces

Quien crea en Jesús y lo acoja  recibirá el E.S“(Hs. 8, y 2,38,39 )   

Solo activando esta acogida de Jesús, dejando nuestro primitivismo, podemos experimentar los efectos del Espíritu Santo ,inactivos desde el bautismo, y la confirmación que nos dispuso para la vida adulta en el Espíritu, pero que tenemos olvidada.

Vemos ahora que condiciones Dios ha puesto en nosotros por creación:

Nos dice su palabra que somos hechos a su imagen y semejanza, por lo tanto,

 

1- libremente responsables de nuestras acciones, con capacidad de elección consciente por aquello que más nos interesa.

 

2-Nuestra capacidad de amar ejercida en nuestras relaciones de amor, misericordia, sintonía

 

3- y la amplitud de nuestro amor, nos conduce a una alianza, a un compromiso fundado en el amor mutuo entre Dios que tiene la iniciativa y nosotros que le correspondemos al escogerlo libre, consciente y voluntariamente.

 

4-aceptando la comunidad de fe su oración personalizada para cada individuo

Para que el espíritu se le manifieste en plenitud.

No hay comentarios: