Archivo del blog

miércoles, 29 de diciembre de 2021

LA FE QUE AGRADA A DIOS

 

 


Podemos ser serviciales,estar dispuestos a complacer en todo lo que se nos pida, pero esto,no implica la fe.

La fe es un don que reclama la confianza más allá de nosotros y de las realidades  que nos acompañan. Con sencillez de corazón la pedimos a Dios, único Señor el cual nos la concede por los méritos de Jesucristo.

 

Cristo a la iglesia de Laodicea, que representaba a la Iglesia de los últimos tiempos, que se extiende a través de los siglos hasta hoy, Le advierte : “Por ser tibio…te vomitaré de mi boca.”(Apocalipsis 3:16). ¡Qué increíbles palabras! ¿Cuál es el delito, el pecado inimaginable cometido por la Iglesia moderna? Escucha de Aquel que, por encima de todo, busca nuestrafe, confianza y entrega: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo…

No nos es fácil reconocer en nosotros mismos esta doble vertiente en la que apreciarnos los bienes materiales cualidades y habilidades, y por otra nuestros fracasos impotencia, miseria , pobreza,( disimuladas por mentiras y engaños,) ceguera ( o no entender en profundidad lo que ocurre), y desnudez, o falta de  transparencia.

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apocalipsis 3:17 y 20).

Este pasaje del mensaje de Jesús no se dirigía a un mundo perdido  que requiere  “dejar entrar

a Jesús ”. Más bien, es una llamada directa y a los creyentes modernos que están recostados perezosamente en la cama de indiferencia, bastante contentos con ellos mismos y la porción que les toca.

Esta generación ha sido cegada diabólicamente a la revelación espiritual de que sin una fe ardiente es imposible agradar a Dios. Jesús está literalmente de pie fuera de la puerta de una iglesia autosuficiente y autocomplaciente que confía en métodos, estrategias, tácticas y cambios de paradigma “vanguardistas” tomados del mercado secular.

Él está pidiendo a gritos, “¡Déjadme Entrar! ¡Canbiar de actitud! ¡Aléjense de esas cisternas

rotas que no ofrecen agua viva! Hago un llamamiento a un pueblo cuya fe y confianza se mantenga exclusivamente en Mis promesas. ¡Anhelo un pueblo cuya fe les permita ver lo invisible, creer lo increíble, y recibir lo imposible!”

¡sin fe es imposible agradar a Dios! Dios se deleita en mover montañas y

liberar profusamente todos los recursos del cielo para intervenciones divinas

impresionantes cuando una persona sincera simplemente se vuelve a Él con feverdadera y apasionada.

 

La fe ardiente que pide con valentía todavía abre los cielos, mueve Su

corazón y Su mano, y nos da acceso ilimitado a recursos sobrenaturales,

milagrosos, inexplicables, inagotables y sorprendentes. Dios dice: “¡Amo la

fe! ¡La fe me mueve! ¡La fe verá Mi poder y obtendrá Mi favor!”. Como

pastor en Montreal, sólo necesito dar una mirada general a los miles de

rostros reunidos un domingo por la mañana, para recordar los milagros

modernos, las historias y los testimonios que anuncian con alegría a nuestro

mundo pesimista y escéptico de que ¡la fe que agrada a Dios!

la Iglesia de la Nueva Vida se ha incrementado de ser un puñado

de personas, a más de 3500 miembros, en una parte de Canadá donde pocas

iglesias protestantes han alcanzado éxito.

No hay comentarios: