Tu eres mi
hijo , yo hoy te
di el ser.
Este texto
nos da testimonio de la muerte
y resurrección de Cristo.
No hallando
en él causa de muerte, con todo piden a Pilato que le condene. Le condenan pues
injustamente, incluso humanamente. Y una vez realizadas todas las cosas que de
Él estaban escritas le bajaron de la cruz y le pusieron en un sepulcro; los
evangelios nos dan muchos detalles de la coincidencia en la vida de Jesús con
lo que del mesías estaba predicho anteriormente por los profetas, Si en alguien se
han cumplido todas aquellas profecías es en Jesús, no hay otro, por lo tanto
Jesús es el mesías, el salvador el que esperaba el pueblo de Israel, no hay
otro, porque es en Él que punto por
punto se han ido cumpliendo todas las profecías que se habían ido manifestando
a través de los siglos, está confirmando aquí que es Jesús el auténtico Mesías,
es algo que venía de antaño.
Mas Dios le
resucitó de entre los muertos al tercer día y se apareció durante muchos días a
aquellos que habían venido de Galilea.
¿Cuáles
eran los que habían venido de Galilea? Eran los apóstoles, que no eran hijos de
Jerusalén no habían nacido en la capital, ni Vivian allí. Vivian en Galilea,
eran pescadores en el mar de Galilea. No eran conciudadanos de los escribas,
los fariseos o los maestros de la ley, eran de unos pueblos al norte lejos de
la ciudad, eran israelitas pero no de la tribu de los judíos estrictamente; Donde
estaba el poder de Israel y el mundo intelectual, los escribas se dedicaban a
hacer copias de las escrituras, que luego se repartían por las sinagogas para
que todo el mundo tuviera acceso a ellas, y en este ámbito es donde Jesús
aprendió las escrituras, y donde vio que se iban confirmando las escrituras en
su persona.
Con Él
habían venido de Galilea a Jerusalén, en el venir de Galilea nos está diciendo
que con Jesús y los suyos llega la salvación a Jerusalén, al meollo del pueblo judío
destino de la promesa de salvación, era el centro, y es por eso que aquí,
pondera que habían venido de Galilea a Jerusalén, los cuales hasta el día de
hoy están dando testimonio de Él al pueblo.
Sabéis que
los apóstoles después de pentecostés se reunían en el templo dando testimonio
de la resurrección de Cristo, como antes, con Jesús, hablaban con la gente de
lo que ellos habían vivido.
Entre los
judíos la mayoría de edad era a los 12 años y entonces Jesús decidió por su cuenta,
porque legalmente podía.
Os
anunciamos el cumplimiento de la promesa hecha a nuestros padres, la cual nos
ha hecho ver a nosotros, sus hijos, al resucitar a Jesús en conformidad a lo que
se halla escrito en el salmo 2º
“Tú eres
hijo mío, yo te di hoy el ser”. El hoy de Dios
se refiere a su presencia permanente en el tiempo, pero siendo atemporal, con todo ha engendrado a Jesús en el tiempo para el tiempo, para que viviera nuestra vida mortal.
Tú eres mi
hijo y hoy te he engendrado, engendrado en la eternidad, el Padre engendra al Hijo
por amor y este responde con igual amor originando el Espíritu Santo, es el hoy
eterno de Dios.
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