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jueves, 28 de mayo de 2015

Poder del cristiano frente al mundo

Nos basta la presencia y la figura de Jesús. El encuentro de ayer vino a traernos el fuego del amor y este fuego nos lo hemos de quedar, y repartirlo entre los hermanos, seamos portadores del fuego del amor del corazón de Cristo, y hoy cuando en el evangelio se leía el encuentro de Jesús con el Joven rico que quería cumplir del todo con la voluntad de Dios pero estaba pegado a sus bienes, al pedirle ese desprendimiento se entristeció y marchó, no sabemos qué nos va a pedir el Señor en la oración esta tarde, pero debemos estar preparados por si nos pide alguna cosa que nos cuesta mucho, y no sabemos qué decirle, pues dejemos que él nos de la respuesta, que a lo mejor también nos dice vende todo lo que tienes dalo a los pobres y sígueme, Jesús no quería meterse en su riqueza sino desprenderlo de todo lo que le estorbaba en el corazón, y diéramos a los pobres todo, nuestro tiempo, nuestra pereza, soberbia, nuestra envidia , nuestras ocupaciones, nuestras reservas respecto al Señor, yo personalmente no tengo dinero, pero si en la oración el Señor me ha hecho ver que le entregue todo aquello que me cuesta, se lo vamos a dejar aquí en la oración vamos a ofrecerle aquellas cosas que nos cuesta con pocas palabras, para que él actúe. Quiero ponderar ante vosotros que esa entrega total al Señor nos viene dada por la segunda parte de la canción que es la parte contemplativa. Si realmente la vista de Jesús, verle, reconocer su hermosura, predomina en nosotros, anula todos los demás intereses, los subordina ,los posterga, “Mira que la dolencia de amor ya no se cura” este sufrimiento, esta dolencia , esta ansiedad, este estar pendiente de este amor a Dios en nuestro interior, esto no se cura, va en crecida, partiendo de nuestra contemplación de Cristo, de Dios en la línea mística, hemos de desarrollar esa línea mística, para que podamos tener el desprendimiento del que la hermana nos ha estado hablando, y esta vía mística está en esta presencia, en esta figura de Cristo. No solo la imagen nos ayuda, pero hay mucho más, hay esta vivencia interior de amor al Señor, de ilusión por el Señor, de entrega total al Señor, y esta ilusión, este deseo asta ansiedad esta inquietud interior por el amor del Señor es lo que nos va a ayudar a desprendernos de todo lo que hemos de desprendernos en su presencia. Amén. Vamos a estar en silencio para recibir una cosa muy grande en nuestro corazón, normalmente la recibimos en el silencio y no en bullicio, vamos a fijarnos en aquellas cosas que más nos impactaron ayer, la venida del Espíritu, la espera nuestra, la espera de los hermanos, de la familia, y luego vamos a ver qué ha afectado nuestro corazón al ver la presencia del Señor. Muéstrate en nuestra inteligencia y en nuestro corazón, muéstrate Espíritu divino, muéstrate señor nuestro, muéstrate amor nuestro, muéstrate gloria nuestra, muéstrate perdón amoroso, muéstrate liberador nuestro, que sepamos contemplarte señor Jesús en tu muerte y resurrección, que sepamos contemplarte en el don total de ti a nosotros, Señor Dios nuestro queremos contemplar esa hermosura tuya de amor e integridad, queremos verte señor hazte visible en nuestro interior, como en estas visiones que a veces tenemos en sueños, hazte tu también así visible entre nosotros, Señor Dios nuestro acepta nuestra oración, ven Señor Jesús, ven Espíritu de Dios, ven con tu delicadeza, ven con toda esa bondad que das a los corazones, quieres corazones serenos, corazones tranquilos que amen a Jesús y tú los acercas más tú nos lo das a conocer tú nos recuerdas todo lo que Jesucristo nos ha ido diciendo tú eres el amor de los amores, tú eres la dulzura, tú eres tanto, tanto…Conociéndote Espíritu Santo el amor de fuego el amor que nos lleva a conocer más a Jesucristo a amarle más, nos lo das todo , y contigo lo tenemos todo, amándote y dándote las gracias porque tú nos das a conocer a Jesucristo. A mí me impactó de ayer la palabra que comentó el sacerdote: que un santo triste es un triste santo, y pensé no debemos ir tristes porque su palabra da alegría, y estar con él es una satisfacción, sabemos que él es el consolador, él siempre está con nosotros en todos lados, entonces me entregué al señor depositando en él toda mi tristeza, todo lo que me invadía, todo el dolor de mi corazón, y todas las cosas, porque no quiero estar triste, quiero ir por la vida como él, y aceptando su voluntad. Gracias Señor. La tristeza nos inunda de dolor, pero también es bueno que el dolor aparezca en nuestras vidas para saber lo que sufren los demás. El Joven rico se apartó triste cuando Jesús le dijo que vendiera todo y lo entregara a los pobres. ¿Os parece que hagamos intercesión uno por uno para que lleguemos a penetrar en esta contemplación interior del Señor? Cataremos el ven y descánsate, y deja que Dios sea Dios, tu solo adorale. El Señor nos ha dicho que no nos que demos parados que hemos de ser pregoneros del Señor, sin miedo vayamos donde vayamos dios está con nosotros y nosotros con Dios. Inundame Señor con tu espírit… Convierteme Señor con tu espíritu Hablame Señor con tu Espíritu Defiendeme con tu Espíritu Dejanos sentir el fuego de tu amor, y que lo sientan todos aquellos que amamos y conocemos. Como la lluvia empapa la tierra él empape la tierra de nuestro corazón Evang de Juan. El primer dia encerrados Jesús se presentó y les dio paz, recibid el Espíritu Santo, perdón de pecados. Este texto nos presenta la presencia de Jesús ante la Iglesia entera, quiero ponderar que era la Iglesia entera la que recibió el poder de perdonar pecados, y que luego nosotros lo hemos ido limitando a la jerarquía de la Iglesia, en extremis nosotros tenemos la capacidad de usar la misericordia del perdón, perdonar y ser perdonados, todo o que es capacidad de dar a Cristo a los demás es ocasión de ofrecer la salvación, el perdón, la presencia de Cristo en los demás, paz a vosotros como el Padre me ha enviado así yo os envío, somos enviados por Jesús somos parte de la Iglesia, somos enviados, pues con el poder que Cristo da a su Iglesia, tengámoslo en cuenta , no reduzcamos la iglesia a la jerarquía por favor, porque entonces la gran labor evangelizadora de la Iglesia queda mermada, cortada, fundamentalmente tenemos capacidad de ofrecer los sacramentos a los demás, el sacramento de la incorporación a la Iglesia el sacramento de activar los dones del Espíritu, la presencia de Jesús eucaristía, la presencia del perdón de Dios, el poder consagrar el amor de pareja como signo del amor de Dios, tenemos la capacidad de designar personas para el servicio a la comunidad, tenemos la capacidad de consolar y ayudar a morir a los que se van, participamos de toda la actividad sacramental de la Iglesia de la manera que nos corresponde, esta enseñanza no es habitual, pero nosotros como miembros de la iglesia participamos de todo el poder que Cristo ha dado a su iglesia, sanar enfermos, perdonar, liberar, acoger son dones del Espíritu son carismas que el Señor ofrece para que nosotros podamos engrandecerla en nombre de Cristo, y como eso es muy fuerte el Señor asegura la paz, porque estas cosas nos pueden in quietar nos pueden inquietar mucho, los apóstoles por miedo a los judíos estaban inquietos, tenían miedo, estaban encerrados en ellos mismos, por lo tanto con la venida del Espíritu Santo hemos sido liberados de nuestros miedos, de nuestros recelos; me ha hecho sufrir ver personas que cercanas a la muerte tenían el corazón endurecido, no aceptaban al Señor, no aceptaban el sacerdote, y por lo menos les pedí que aceptaran la oración, ante una persona que no quiere el sacerdote que no quiere los sacramentos del sacerdote, que solo admitía la amistad que tenía conmigo donde hay una cierta confianza, que me había manifestado sus errores, sus vicios, entonces yo era el instrumento de Dios para la salvación de aquella persona. ¿Entendéis? Cuando una persona no admite nada, pero por la amistad y confianza se desahoga contigo y si tú eres capaz de reconducirlo hacia la oración, hacia la aceptación del amor de Dios ¡Qué gran obra podemos hacer! En este caso hemos de suplir al sacerdote. Estuve 10 años yendo a la cárcel de jóvenes de la Trinidad, y los presos son bastante introvertidos, no se desahogan con cualquier persona, y estaba allí el p. Sesma yo tenía un buzón en el que ponían el aviso de los que querían entrevistarse conmigo, muchas veces me decía el padre que muchas veces es la confianza que se les da, a mí me tenían como si fuera su madre yo tenía mucha confianza , ya que la madre la podían ver muy de tarde en tarde y por poco tiempo, el Padre me decía ve a tal persona y habla con él, si te ha puesto el aviso, o sino hazte la encontradiza, él contigo habla pero conmigo no quiere hablar había de todo tipo de delitos, y allí estaban hasta los 21 años y luego pasaban a la modelo, me pedían cosas que no podía ofrecerles y entonces se lo decía a l Sacerdote y entonces él ya se acercaba como amigo , jugaban una partida de cartas, y así se introducía en su vida, pero antes se habían desahogado conmigo y luego ya me venía a casa porque había cosas confidenciales que no podía hablar con nadie, es muy importante la confianza con nosotros y a partir de nosotros, me decían que habían matado , donde guardaban el cuchillo, donde guardaban la droga, es verdad que nuestra función es muy amplia, en el bautismo, en la muerte, en el dolor, en la compasión en el acompañamiento, en tantos momentos nuestra función e amplia, tú has tenido muchas oportunidades en la tienda donde todos te conocían e hiciste mucho bien y con una estampa, con una medalla con algo ibas conquistando a la gente, y tú sabes cuanta gente has mandado aquí al grupo, yo diría que lo importante es la aproximación. Tía dame un poco de vino de ese que tomas, no ahora el próximo día te lo explico, en la cárcel me dijeron. Lo que aquí recibimos no lo guardemos, los apóstoles no pudieron callar el poder que recibieron, nosotros hoy también hemos recibido poder, no lo callemos. Jesús presentándose les dijo paz a vosotros, y diciendo esto les enseñó las manos y el costado, les dio paz pero les enseñó las manos y el costado, los signos de su crucifixión y su pasión, de su muerte. Como cristianos hemos de tener paz pero también somos el cuerpo de Cristo, y por lo tanto en nosotros también se producen las señales de la muerte de Cristo también llevamos en nosotros el sufrimiento por amor, las llagas de los pies manos y costado de Cristo, llevamos el corazón herido de amor, herido también por la lucha por la salvación del mundo, somos también salvadores con Cristo, ejerciendo el poder que Él nos da de evangelizar, y de comunicar al Señor, como el Padre me ha enviado así yo también os envío, y los apóstoles se llenaron de alegría al ver al Señor que les enseñaba las manos y el costado y que les dio la paz, así pues como se decía más arriba no hemos de ser cristianos tristes sino alegres. Alegría y dolor en el corazón por llevar a Cristo al mundo. Tengo una abundancia ahora que no tenía antes con alegría. Después de las 2’30 horas de celebración la gente aún tenía hambre de Dios y se iban a la capilla a hacer y pedir intercesión y otros a pedir confesiones, estemos dispuestos pues a dar sin medida.

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