Si somos capaces
de atender la llamada interior de Dios a nuestras conciencias, podríamos presenciar
la majestad de Jesús, contrastada con nuestra vida mundana rastrera y egoísta.
Jesús es adorado
honrado y recibido con gran amor por Ángeles y Santos.
En esta dirección
tendría que ir nuestra vida en la tierra, reconociendo los méritos de Jesús a
favor nuestro.
La cultura de
muerte que se opone a la cultura de vida està forzando su triunfo en la
población humana de la tierra, oprimiendo toda manifestación fiel al evangelio,
palabra de Dios, no así respecto a otras religiones que comparten la cultura de
la muerte,y de la infelicidad, creen destruir la obra de Dios però engañados
solo la transforman en dolor e infelicidad, porque lo que Dios ha hecho es
indestructible como su amor; por eso en
todo momento el hombre puede corregir
sus errores y volver al amor de Dios que
es misericordioso y repara los errores cometidos por el ser humano.
Estamos llamados
a acogernos a esta misericòrdia, nacida del amor que Dios nos tiene, para
reparar nuestra conciencia y nuestros errores en un ejercicio de sensatez que
ofrece paz y eficàcia a nuestras vides.
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