Grandeza del hombre con Dios
Relación fluida y cordial entre los dos.
Reflexion para celebrar la pascua.
Cada miembro de la comunidad está
atendido en sus necesidades por la comunidad,en la implementación de su
desarrollo espiritual, (finalidad de la comunidad cristiana) i de sus
necesidades temporales, salud, alimentación, cultura, desarrollo de sus
cualidades y habilidades, trabajo, vivienda, y en su vertiente de sociedad,
intentando complementar aquello donde los responsable de conjunto no llegan con
sus servicios, y reclamado por aquellos a quienes les corresponde disfrutar de sus derechos.
El hombre es la única creatura
estimada por Dios, por ella misma por el hecho de que entra en dialogo con
nosotros, expresando una alteridad. El resto de la naturaleza es estimado en función
de la disponibilidad para el uso humano inteligente e individual ,es por eso
que deducimos que es estimado por sí mismo.
El hijo de Dios ha incorporado la
naturaleza humana a sí mismo, a su divinidad; esto es otra razón por la que el
hombre es estimado por si mismo, y complementariamente Jesús me hace participar
de su naturaleza divina.
Así la humanidad ha asumido un
nivel tan alto que es totalmente inasumible totalmente por si mismo, y es así
que humanamente hablando estamos por encima de los ángeles, que están a nuestro
servicio, como nosotros lo estamos de nuestros hermanos y Jesús al servicio de
todos, tal es nuestra dignidad, insospechada si no nos lo dicen, por eso
tenemos el derecho a llenar la tierra, y someterla, i tenemos los medios para
hacerlo.
La mejor elección , la vida, el
nacimiento, la muerte, la salvación o la perdición, están estrecha e
indisolublemente unidas a Cristo.
Y es que Cristo nos ha elegido,
nos ha llamado, nos ha dado la vida, con Él morimos y con Él somos
glorificados, o si lo rechazamos como en su día hicieron los suyos para
condenarse.
El recorrido de nuestra vida está
atado a Cristo, es nuestra compañía, y nuestro guía.
Así el hombre, gracias a ser
razonables, gracias a la voluntad, como facultad de eleccióna la conciencia,y
al corazón, que cada uno tiene su propia historia, en su carne, en su alma y en
su espíritu, con una misión de ataduras, contratos, situaciones, estructuras
sociales que producen nuestra historia incorporada a la del conjunto de la humanidad,
y a este hombre es el primer camino que la iglesia debe recorrer en el cumplimiento
de su misión.
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