En vísperas de la nueva ley sobre la eutanasia.
En primer lugar hay que afirmar que el congreso de los
diputados está para poner normas a toda actividad de los ciudadanos para que la
convivencia sea coordinada y justa favoreciendo en todo momento la vida y
progreso de la ciudadanía, en cumplimiento de la voluntad de esta.
En primer lugar, el estado en cumplimiento de la voluntad de
los ciudadanos, tiene que procurarles todos los medios adecuados para vivir la
enfermedad y la vejez con la máxima dignidad, y en el extremo los cuidados
paliativos para llegar al momento del traspaso en paz.
Se puede dar algún caso muy raro que a pesar de todos los
cuidados paliativos y de la atención personal por los medios privados y si
estos no son posibles, por los públicos, decida optar por la muerte a plena
conciencia, nadie tiene derecho a contrariarlo en tal decisión puesto que no
afecta a terceros.
Una tal persona hay que ver si ha tomado la decisión en
función de su vulnerabilidad; en tal caso hay que observar que el derecho mismo
de vivir es positivo, ayuda a testimonios de amor, servicio, a la
investigación, a la ciencia en intentar médicamente solventar los problemas de
la persona en cuestión, su vida tiene un gran valor en muchos aspectos, ni que sea
para que terceros tomen conciencia de la fragilidad humana.
Ni el congreso ni el gobierno son quien para interpretar por
su cuenta que hay vidas humanas eliminables ni, aunque solo se mantengan a
nivel vegetativo.
La persona que dice querer morir es para librarse del dolor
y de la soledad, ambas cosas tienen solución para que deje de pedir la muerte.
El ahorro en paliativos no es razón suficiente para acabar con
un enfermo, cultura, psicologia y tecnología juegan a favor de mantenerle la
vida, en concreto los estados depresivos que incitan a desear la muerte tienen
solución a nivel psíquico-médico.
La función de médicos es poner recursos en favor de la vida,
ponerlos para facilitar la muerte denigra la profesión.
Si hay un clima generalizado de menosprecio de los ancianos
y enfermos porque económicamente no son productivos, induce a desprotegerlos,
pero entendamos que atenderlos y cuidarlos muestran un nivel de humanidad, dignidad
respeto y consideración por el conjunto de la humanidad, que no se da con una
actitud despectiva o de descarte.
Por unas declaraciones sobre el particular que hizo Pablo
Iglesias, entiendo que la ley de eutanasia que preparan se ajusta a todos los
criterios que he expuesto.
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