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lunes, 14 de septiembre de 2015

HERMANADOS EN LA POBREZA

Petición del Papa de oración por los refugiados.
Donde estamos reunidos dos o tres en el nombre del Señor, allí está El.

Empezamos con Tu fidelidad … y ante ella nuestra pobreza, y el problema de los refugiados en Europa. No hay que tener miedo de esta gente, de hacerles bien, huyen de la guerra i son de confianza.

Quien no tiene para dar, ¿Qué va a dar? Por parte del gobierno tendrán la ayuda que lo hagan realizable, las ayudas oficiales se darán a través de las asistentas sociales.

Hace falta que no se dé, que “a rio revuelto ganancia de pescadores” Grande e incomparable la fidelidad del Señor Bendito es.

Hasta los corazones más duros se ablandan. Hacemos oración para que los ricos vean que los pobres necesitan de lo que ellos tienen. La gente se vuelca con los necesitados, del cepillo de la iglesia por los refugiados ya se han sacado tres millones.

Una casa de coches ha dado muchos coches para que puedan desplazarse los inmigrantes facilitando su integración en los lugares de acogida. ¿Como es fiel el Señor en estas situaciones de pobreza de ser exiliados de su tierra? Hemos dicho que la fidelidad del Señor es incomparable, bendecimos a Dios por su fidelidad,

¿Cómo vemos la fidelidad del Señor en estos casos? Un primer dato es que continúan vivos, crean unas relaciones entre ellas y con otros que no tenían, viviendo la pobreza seguramente se elevan más espiritualmente que antes con una vida cómoda, entre la que hay muchas personas muy preparadas profesionalmente, en esto se manifiesta también la fidelidad del Señor, porque son recursos, medios que les permiten tirar adelante, para alabar al Señor y ver como a pesar de todo Él los atiende, todos los que han llegado a Alemania con que gozo y alegría han recibido la acogida que les han dado proveyéndoles de todo lo que pudieran necesitar, y más, hasta juguetes a los niños, En la satisfacción que el pueblo alemán ha dado en la acogida a los inmigrantes está la fidelidad de Dios.

A través de los demás el Señor es fiel con los suyos y les da lo que desean sus corazones. Espiritualmente, porque todo lo que es profundamente humano, el Señor nos lo concede por su fidelidad.

Huimos de mucho egoísmo de mucha venganza, de mucho mal, pero el haber podido huir los que no están en situación de venganza, que lo han perdido todo materialmente pero sin embargo con ilusión afronta ese difícil porvenir en esta ruta nueva de su vida en esto está la fidelidad del Señor.

Respecto a los que han muerto, miles de personas, están en el Señor, son gente que buscaban también su dignidad, algo más apropiado al hombre, han muerto; también mueren muchos por aquí y que no buscan esto.

Estas muertes es la contribución que pagamos a la cruz de Cristo ¿Cuántos mártires  ha habido con la persecución religiosa en nuestros tiempos? Son gente que ha testimoniado su fe con su sangre, en Oriente medio y África, han sido lavados con la sangre del Cordero y han sido glorificados en el Señor.

Nosotros confiamos en la vida eterna, lo decimos en el credo, creemos en la vida futura y en la resurrección de los muertos, creo en la salvación de Dios Jesús. Esta fe nuestra nos lleva a valorar en positivo toda esta experiencia que no puede quedar en negatividad en este mundo en esta vida, es una experiencia que la hemos de reconvertir en cristiano,  hay esta visión cristiana, no solo ver las calamidades desde un punto de vista humano, ver que detrás de todo esto está la providencia de Dios.

Él nos está dando lecciones muy profundas a la humanidad, lecciones de humanidad que habíamos perdido, y seguro nos vamos a recuperar a través de estas miserias. El Señor es fiel, es maestro que educa a su pueblo, todo esto es parte de la educación que Jesús nos quiere dar, que nos está ofreciendo.
Yo lo veo y entiendo así, y creo que es conveniente que sea así para todos nosotros, para que oremos para que se vaya manifestando cada vez más esta fidelidad, esta providencia, esta pedagogía de salvación, y enseñanza, de amor del Señor.

El amor del Señor se manifiesta en nuestro progreso pero también en la cruz, punto culmen en el que se manifestó su amor hacia nosotros, perdonando, y luego por la resurrección la salvación, que nos promete y nos llega; es la ilusión acerca de nuestro futuro por la mediación de Cristo.

Hemos de ver los dos aspectos el de la dignidad humana y el de la cruz que juegan a la par en nuestras vidas, ambas están totalmente enlazadas,  en cada familia hay cruces, muertes, dolor, enfermedad, sufrimiento, servicio muy intenso, sobre todo por los que más sufren, y este es fruto de la misericordia bondad y amor de Dios.

Veamos nuestra dignificación a través del servicio y a través del sufrimiento y en ello el Señor nos da una gran oferta de poder servir a nuestros hermanos a los de aquí y a los que vienen de fuera, a todos; a través nuestro se manifiesta la piedad del Señor su bondad su misericordia, su amor, su fidelidad.

Veamos como una oportunidad lo que estamos viviendo en estos momentos: Sigo con la sensación de vernos agotados, el Sr, les dijo dadles vosotros de comer, y estos niños que ante la situación dicen a sus padres que no quieren ningún gasto extra para las vacaciones para que este importe sea para ayuda a los desplazados, el padre les ha hecho una hucha a cada uno para que ahorren de lo que el padre les da para sus gastos, y ahorran.

Nosotros también suprimamos los caprichos los gastos innecesarios en favor de los más necesitados y pidamos al Señor que nos renueve, que necesitamos un cambio, que ya no queremos ser igual, que ponga en cada uno de nosotros su corazón, purifica Señor nuestros corazones, nuestras mentes, que sepamos ver las cosas con tus ojos, sentir con tu corazón porque en cada comunión en la que tu vienes a nosotros toma posesión de nosotros, a transformarnos poco a poco en Ti, deseamos de corazón que nos conviertas a Ti, y tengamos tu visión y tu discernimiento, tu luz, tus criterios, tu consejo.

Tú nuestro maestro Señor, nos educas en el corazón y en la mente, Tú aquietas nuestra imaginación, Tú nos elevas espiritualmente a ti, gracias Señor porque sé que escuchas nuestra oración, que anhelas tomar posesión de nosotros más profundamente y nos llenas de alegría, esta es tu intención , tu voluntad. ¡Gloria y alabanza a Ti!. ¡Qué grande eres, bendito seas!

Esta oración ha dejado la puerta de mi corazón abierta para cambiar, para prescindir de todo lo que sobra. Hazme dócil Señor a tu palabra a tu mensaje que no sea mi boca la que hable sino mi corazón quien sienta y diga, y profundice en lo que necesita ser cambiado en mí, que quien me vea reconozca esa pobreza de mi corazón, ese desprendimiento total, esa generosidad en el servicio.

En el comedor social algunos beneficiarios se han vuelto muy señoritos, porque rechazan lo que no les gusta, y exigen lo que les gusta, estos pues razonen y vean que detrás vienen otros con más necesidades y que acogen lo que se les da con más gratitud, pero que sepan que no por eso se les va a excluir. Porque no solo de pan vive el hombre, otro en cambio dice si otro viene en mi lugar se lo cedo si piden es por necesidad.

Los que vienen nos van a cambiar con su pobreza, con sus manifestaciones, con sus proyectos con su manera de ser, con la aceptación de lo que se les ofrezca. La gente viene con el dolor de tener que abandonar su tierra, con el sufrimiento de sentirse rechazados, con las perdidas familiares i gente querida por el camino del exilio. 

Y de nosotros ¿qué pueden recibir? La sanación del Señor en los afectos sentimientos moral dañadas. La oración de sanación interior la podemos hacer con oración en lenguas, con una caricia, con un beso, con una palabra de ánimo, acompañando con un silencio, de muchas maneras podemos sanar dolores que lleva la gente dentro, y cuando se sanan la protesta, la crítica, el desprecio, el menosprecio incluso de las ayudas, todo esto desaparece porque cuando la persona se siente apreciada es agradecida con quien le aprecia y le da, no como limosna sino como gesto de amistad.

Ahí está nuestra labor, si el Señor a mí me cambia y lo reconozco, creo que los otros son susceptibles de estos cambios.

Ante esta reflexión tan profunda sobre la situación que estamos viviendo, propongo un canto de gratitud, alabanza para responder al amor de Dios y preparación para escuchar la Palabra de Dios. Pablo y Silas buscando a quien comunicar el evangelio tres sábados fueron a la sinagoga de Tesalónica para dar a conocer a Cristo quien padeció y resucitó, también nosotros podemos convocar a lugares de reunión Cristiana para comunicar el conocimiento de Cristo, su salvación, la dignidad a la que estamos llamados, como Cristo muriendo en la cruz perdonó y nos salvó al resucitar, nos ofrece la gran esperanza nos ofrece un porvenir que no podíamos ni soñar previamente.

 Hemos de saber comunicar esto, que no es una huida del mundo, no nos desentendemos de este mundo porque tenemos la esperanza de la vida eterna, porque la esperanza de vida eterna es consecuencia de la purificación y dignidad que hayamos logrado en esta vida; y si no tenemos en cuenta eso es vana nuestra fe, ya previsto por Pablo.

Si no sabemos morir a nuestros caprichos, si no sabemos morir a nosotros mismos, a nuestro orgullo, a nuestra prepotencia, al darnos importancia al hacernos ver, a estar más presentes en la sociedad a ser bien considerados, hemos de saber morir a esto, a nuestras riquezas a, saber vivir en nuestra pobreza, saber vivir escondidos en el corazón de Cristo y no pavonearnos delante del mundo, a esta muerte y dignidad es a la que Cristo nos llama, como Pablo os anuncio saber morir en Cristo, saber perdonar las ofensas que nos han hecho , no echar en cara nada a nadie de lo que hace, no mal juzgar a nadie porque todo esto es nuestro amor propio, nuestra personalidad humana, pero no es la cristiana que Cristo quiere, morir y perdonar  y en ello está nuestra resurrección nuestra liberación, porque la liberación del Señor por la muerte y resurrección de Cristo nos llega ya ahora, en esta tierra.

Nosotros progresamos espiritualmente,  gracias a la resurrección de Cristo y gracias a las gracias que Él nos da y al Espíritu que nos ofrece en el Pentecostés que hemos recibido, por la misericordia y fidelidad de Cristo.

Hay un camino a hacer en cada uno de nosotros un camino de saber ser pequeños como niños como nos dijo Jesús, y el niño no juzga, aprende,  se admira de las cosas, goza de lo que vive, hemos de ser semejantes a él, con esta simplicidad y sencillez, limpiando nuestro corazón y nuestra mente.

El papa Francisco con el Vaticano ya ha empezado a dar ejemplo en esta línea, ha escogido un camino de libertad, siempre come acompañado. Empecemos a dar , sin parar.

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